La Gestión de la Cadena de Suministro I |
Aspecto
relevante en todas las organizaciones y por tanto vinculado a su estructura como organización así como a su gestión.
En resumen la llamada cadena de suministro se compone del
conjunto de enlaces físicos así como de información entre los proveedores y la
empresa por una parte y los clientes y la entidad por otra.
La vinculación
ordenada y controlada de “ambas partes” es un factor imprescindible para
desarrollo del trabajo efectuado.
La
cadena de suministro tienen dos características principales una es su dinamismo
al encontrarnos ante un flujo continuado de información desde proveedores a
clientes y su amplitud pues implica varias etapas del flujo de procesos de la
entidad incluyendo proveedores y colaboradores. Ambos puntos demandan la
necesidad de sincronización de
las diversas etapas así como la existencia de cierta agilidad y flexibilidad en la entidad para gestionar todo el
trabajo.
La
gestión de la cadena de suministro (Supply
Chain Management – SCM en inglés) conlleva la planificación de la producción
o del desarrollo del servicio a prestar al cliente, la gestión de compras y el
manejo de materiales o materias primas necesarias así como el control y
programación de las actividades subcontratadas que sean necesarias. También
entra de lleno en la gestión de la llamada “logística” incluyendo el transporte
y el almacenamiento de los diferentes productos o materias primas o elaboradas.
Debe
tenerse en cuenta que en este “triángulo”: los proveedores, la
empresa y los clientes cobran especial relevancia dos aspectos
relevantes, por un lado la comunicación que es un requisito
básico y necesario para que las operaciones se vayan llevando a cabo según lo
programado y la tecnología cada vez más importante para optimizar los
trabajos llevados a cabo y agilizar los flujos de información.
Desde
el punto de vista de los Sistemas de Gestión de Calidad todos los
apartados se configuran como procesos del Sistema delimitando los vínculos
y conexiones entre todos ellos y marcando el vínculo final entre los requisitos
del cliente y nuestras necesidades “proveedores”, delimitando, generalmente, en
el centro del diagrama de procesos las actividades correspondientes a la
prestación del servicio por parte de la entidad*.
Observación*. Dentro de los aspectos a considerar en la versión de 2015 se encuentra la necesidad de
considerar a todas las partes interesadas en
nuestra organización lo que ha conllevado a integrar o al menos valorar, en los
nuevos Sistemas de Gestión de la Calidad demandas y requerimientos de los
llamados “stakeholders”.
Históricamente
las empresas han considerado el suministro (proveedores)
y la demanda (clientes) como dos
apartados diferentes siendo la primera (también
llamada cadena de proveedores) la que preocupaba a la Dirección como
consecuencia de situaciones de demanda estable donde prevalecía la necesidad de
no desabastecer los puntos de venta o desarrollar correctamente el servicio en
el cliente.
Actualmente
este concepto, en líneas generales, ha sido superado considerándose como un
flujo y proceso continuo. A ello han ayudado dinámicas como el “just in time” y
el trabajo de conversión a nuestros proveedores en socios estratégicos**.
También han sido relevantes los cambios en los mercados provocados por competidores
y la ausencia estable de demanda lo que ha conllevado, junto con la valoración
económica de los productos almacenados (capital
inactivo), a la necesidad de optimizar y mejorar continuamente nuestros
procesos de trabajo así como abrir “puertas” a su adaptación e innovación.
**Nota. Las
organizaciones están desterrando las viejas actuaciones de valorar a sus
proveedores únicamente en función del precio, entrando el proceso de
reevaluación otros factores que comienzan a considerarse más relevantes.
En
líneas generales la cadena de suministro ha considerado tres puntos relevantes:
· El
suministro
considerado como la parte correspondiente a la gestión de las materias primas
con las que la organización trabaja y donde la calidad del material y los
plazos de entrega en los puntos determinados son los factores de mayor peso
para la valoración de proveedores.
· La etapa de fabricación o desarrollo del trabajo (empresas de servicio) que
conlleva la fabricación o elaboración del producto a entregar al cliente a
partir de actividades de prestación de servicio que “moldean” el conjunto de
materias primas necesarias. En este punto el control de errores, la formación
del personal y el control de la infraestructura de la organización son los
factores relevantes.
· La
distribución
por la cual el producto se traslada al cliente mediante el transporte correspondiente
con objeto de su entrega en tiempo y forma al cliente. La gestión de rutas y
tiempos de entrega, así como el correcto mantenimiento de los vehículos se
sitúan como aspectos más relevantes. Con los años y especialmente las empresas
de fabricación tienen en la mayor parte de las ocasiones subcontratado esta
parte de la cadena de suministro.
La Gestión de la Cadena de Suministro III |
La
diferente “amplitud” de estos tres apartados confieren un marco distinto
dependiendo el trabajo desarrollado por la organización. De este modo tenemos
las empresas industriales
donde las tres etapas quedan claramente definidas y siendo la logística un
aspecto relevante a considerar (reseñar
que este tipo de organizaciones fueron el punto de partida -la industria del
automóvil- de la gestión de la cadena de suministro), las empresas de servicio donde el
desarrollo del trabajo y la distribución se solapan y el llamado factor humano
cobra una especial relevancia y por último las llamadas empresas comercializadoras donde se mantiene como punto
relevante el control de la logística como aspecto diferenciador (“engarce” entre los pedidos de clientes y
nuestras solicitudes a proveedores) y “desaparece” el punto de fabricación.
En el mercado
las empresas de servicio se convierten en colaboradores de empresas
industriales y comercializadoras (externalización)
y éstas a su vez suelen ser proveedores o distribuidores de las empresas
industriales.
Los
enlaces de la cadena de suministro presentan muchas similitudes con la cadena de valor de Porter por lo que la optimización de su gestión conlleva una
reducción de su coste. En muchos aspectos y como conclusión lógica la subcontratación
de ciertos procesos suele ser el último paso para garantizar la eficiencia
del proceso pues actividades como el transporte, ciertos tipos especiales de
trabajo, labores de asesoría o consultoría se ponen en manos de colaboradores
especializados (siendo la opción efectuar
estas funciones internamente en la empresa en la mayoría de los casos
antieconómica e ineficiente)***.
***Nota.
Debemos tener en cuenta que la subcontratación de un proceso permite también a
la organización acceder al “saber hacer” o conocimiento del proveedor lo que
también es fuente de ventaja competitiva.
Un
punto a tener en cuenta es la diferencia entre la cadena de suministro y la logística,
esta última conlleva el planteamiento y seguimiento del conjunto de actividades
que están relacionadas con el suministro, fabricación y distribución de
productos y servicios de una organización siendo una parte de la Cadena de
Suministro. La logística depende del conjunto de medio (infraestructura y recursos) y procesos con los que cuenta una entidad
de modo que se puedan cubrir las necesidades de los clientes del modo más
óptimo: la eficiencia del transporte y almacenamiento y la gestión de la
preparación de pedidos son puntos relevantes que considera la logística.
La
correcta gestión de la cadena de suministro forma parte del management y la estrategia de cualquier
entidad. La necesidad de entregar productos y servicios correctamente y en los
plazos acordados con los clientes, el trabajo en la optimización de los tiempos
de trabajo y distribución, la minorización de mermas o pérdidas (incluyendo tiempos de trabajo) a lo largo
del todo el proceso, la correcta gestión de almacenes así como la coordinación
de la comunicación e información entre proveedores, empresa y clientes se sitúa
siempre como su objetivo final y dentro de la consecución de la excelencia empresarial.
El
descenso de errores y pérdidas en los procesos conllevan a la elevación de
rentabilidad del negocio y la disminución de fallos o demoras en las entregas o
en los servicios prestados elevan la fidelización de clientes entrando en el círculo
de la Mejora Continua y a un mayor y mejor control de todos los procesos de la
organización.
“La tarea de la empresa consiste en examinar sus costos
y desempeños en cada una de las actividades que crean valor, y buscar formas de
mejorarlas- Philip Kotler”.
Autor: J. Daniel Blanco
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