sábado, 30 de noviembre de 2019

La técnica SCAMPER

La técnica SCAMPER (I)

La necesidad de mejorar productos, servicios y/o procesos es una prioridad en la estrategia a medio y largo plazo de cualquier empresa. Esta metodología toma algo ya existente y lo somete a una revisión con el objeto de mejorarlo o efectuar “sustituciones” que supongan un perfeccionamiento del mismo.

El fin último es la identificación de ideas que “cristalicen” en mejoras prácticas que eleven el rendimiento de la organización.

Los que trabajamos como consultores y especialmente en el tema de calidad, planificamos Sistemas de Gestión que ayudan a la recogida de información del conjunto de procesos que conforman la organización con el fin último de perfeccionar y mejorar sus actividades y/o servicios mediante la adopción de actuaciones y medidas “integradas” en la estrategia general de la empresa. En muchos casos la identificación de mejoras o nuevas opciones de cambio no es sencilla por lo que la aplicación de la técnica SCAMPER puede ser una buena opción.

Sus iniciales provienen de: Sustituir, Combinar, Adaptar, Modificar, Planear, Eliminar y Revertir:


Sustituir

Se centra en componentes, equipos e incluso recursos humanos existentes para mejorar el producto. Se aplica en la modernización de infraestructura o equipos de trabajo con el fin de ganar en rapidez, generar menor coste, mejorar su eficiencia energética, etc.  Dentro de los Sistemas de Calidad la informatización de los registros de trabajo puede entrar en este ámbito.


Combinar

Esta actuación se basa en integrar una o más funciones del producto, servicio o proceso. En este caso nos replanteamos como empleamos nuestros recursos (materiales, humanos, información, etc.) para mejorar la opinión de nuestros clientes en relación al empleo del producto o gestión del proceso. El caso de nuestros teléfonos que actualmente combinan internet, visualización de películas, música, radio……., es uno de los mejores ejemplos. Por otro lado en la industria la sustitución de equipos por otros que integran varias actuaciones en una sola máquina aplican esta técnica. Por su parte la integración de los procesos de compras y almacén en algunas organizaciones vienen de la aplicación de esta receta.


Adaptar

En este caso se emplea el producto ya existente en un contexto distinto en el que normalmente se emplea (algunas veces con pequeñas modificaciones). Para este caso los críos emplean sus juguetes como martillo o elementos arrojadizos, mi hija es una especialista en adaptar sus múltiples juguetes para conformar escenarios e historias diferentes para sus juegos.


La técnica SCAMPER (II)


Modificar

Se considera el tamaño, la forma, la textura, el olor o la funcionalidad del producto. Este proceso se basa en la pregunta de qué características del producto o servicio existente pueden mejorarse con el fin de eleva su valor y hacerlo más atractivo para el cliente. 

En este punto las diferentes versiones y actualizaciones de los sistemas y aplicaciones informáticos así como el ejemplo del sector del automóvil con la adopción de diferentes “líneas” de vehículos para diferentes gustos de clientes: deportivos, familiares, híbridos, eléctricos, etc. constituyen buenos ejemplos.

Debe reseñarse que para esta técnica, en la mayoría de la ocasiones, su aplicación viene condicionada por la actitud del propio mercado pues los gustos cambian y evolucionan generando nuevas demandas.


Planear

Básicamente se trata de plantear otro uso para el producto. Este aspecto se basa en la afirmación de que muy raramente explotamos todas las posibilidades de los artículos. La aplicación de esta técnica suele estar necesitada de algo de imaginación conllevando a situaciones como piedras que hacen de pisapapeles (en desuso en el mundo digital), antiguos cuencos que pasan a ser fruteros, jofainas que pasan a ser adornos (al igual que los galanes de noche) y un largo etcétera de los que las casas antiguas tienen múltiples ejemplos.


Eliminar

En este caso nos referimos a algún elemento (también en algunas ocasiones se enlaza con combinar o simplificar) o proceso sin que ello implique un descenso en su eficiencia o su atractivo de cara al cliente. En relación a este aspecto podemos considerar la adaptación de los teléfonos móviles para personas de mayor edad donde se han eliminado ciertas aplicaciones o actuaciones para su ajuste a las necesidades de este grupo de clientes. Por otro lado los que llevamos en esto de la calidad desde los años ´90 del siglo pasado hemos ido, en la mayoría de los casos, eliminado registros no solicitados en las diferentes versiones de las nuevas normas y que no aportaban información al sistema (aunque también hemos tenidos que perfeccionar o desarrollar nuevos formatos para cubrir nuevos aspectos).


Revertir

Este último punto conlleva la “inversión” de ideas arraigadas y existentes en la fabricación, distribución, comercialización, etc. del producto o la gestión del servicio. Esta actuación intenta que la sistemática sea más sencilla para lo cual se eliminan mejoras o actuaciones que se han integrado con fecha anterior en muchos casos devolviendo al producto o servicio su “esencia”. Debemos considerar las posibilidades no escritas de lo “retro” y “vintage”.


Lógicamente no todos los puntos pueden ser aplicados en todas las ocasiones pero el conocer estas técnicas así como las posibles combinaciones posibles pueden ayudar en la mejora de productos o servicios de las empresas. Generalmente la metodología SCAMPER suele emplearse por un grupo de trabajo, no muy numeroso y que represente varios departamentos de la entidad y en no pocas ocasiones está apoyada por opiniones de clientes en relación a nuestro producto o servicio. Este proceso incide de lleno en la dinámica de innovación de la empresa.


Nada a contracorriente. Da la vuelta. Ignora toda la lógica habitual.”
Sam Walton, empresario estadounidense fundador de Walmart.