La técnica SCAMPER (I) |
La
necesidad de mejorar productos, servicios y/o procesos es una prioridad en la
estrategia a medio y largo plazo de cualquier empresa. Esta metodología toma algo
ya existente y lo somete a una revisión con el objeto de mejorarlo o efectuar
“sustituciones” que supongan un perfeccionamiento del mismo.
El
fin último es la identificación de ideas que “cristalicen” en mejoras prácticas
que eleven el rendimiento de la organización.
Los
que trabajamos como consultores y
especialmente en el tema de calidad, planificamos Sistemas de Gestión que
ayudan a la recogida de información del conjunto de procesos
que conforman la organización con el fin último de perfeccionar y mejorar sus
actividades y/o servicios mediante la adopción de actuaciones y medidas “integradas”
en la estrategia general de la empresa. En
muchos casos la identificación de mejoras o nuevas opciones de cambio no es sencilla por lo que la aplicación de
la técnica SCAMPER puede ser una buena opción.
Sus
iniciales provienen de: Sustituir, Combinar, Adaptar, Modificar, Planear,
Eliminar y Revertir:
Sustituir
Se
centra en componentes, equipos e incluso recursos humanos existentes para
mejorar el producto. Se aplica en la modernización de infraestructura o equipos
de trabajo con el fin de ganar en rapidez, generar menor coste, mejorar su
eficiencia energética, etc. Dentro de
los Sistemas de Calidad la informatización
de los registros de trabajo puede entrar en este ámbito.
Combinar
Esta
actuación se basa en integrar una o más funciones del producto, servicio o
proceso. En este caso nos replanteamos como empleamos nuestros recursos (materiales, humanos, información, etc.)
para mejorar la opinión de nuestros clientes en relación al empleo del producto
o gestión del proceso. El caso de nuestros teléfonos que actualmente combinan
internet, visualización de películas, música, radio……., es uno de los mejores
ejemplos. Por otro lado en la industria la sustitución de equipos por otros que
integran varias actuaciones en una sola máquina aplican esta técnica. Por su
parte la integración de los procesos de compras y almacén en algunas
organizaciones vienen de la aplicación de esta receta.
Adaptar
En
este caso se emplea el producto ya existente en un contexto distinto en el que
normalmente se emplea (algunas veces con
pequeñas modificaciones). Para este caso los críos emplean sus juguetes
como martillo o elementos arrojadizos, mi hija es una especialista en adaptar
sus múltiples juguetes para conformar escenarios e historias diferentes para
sus juegos.
La técnica SCAMPER (II) |
Modificar
Se
considera el tamaño, la forma, la textura, el olor o la funcionalidad del
producto. Este proceso se basa en la pregunta de qué características del
producto o servicio existente pueden mejorarse con el fin de eleva su valor y
hacerlo más atractivo para el cliente.
En este punto las diferentes versiones y
actualizaciones de los sistemas y aplicaciones informáticos así como el ejemplo
del sector del automóvil con la adopción de diferentes “líneas” de vehículos para
diferentes gustos de clientes: deportivos,
familiares, híbridos, eléctricos, etc. constituyen buenos ejemplos.
Debe
reseñarse que para esta técnica, en la mayoría de la ocasiones, su aplicación
viene condicionada por la actitud del propio mercado
pues los gustos cambian y evolucionan generando nuevas demandas.
Planear
Básicamente se trata de plantear otro uso para el producto. Este aspecto se basa en la
afirmación de que muy raramente explotamos todas las posibilidades de los
artículos. La aplicación de esta técnica suele estar necesitada de algo de
imaginación conllevando a situaciones como piedras que hacen de pisapapeles (en desuso en el mundo digital), antiguos
cuencos que pasan a ser fruteros, jofainas que pasan a ser adornos (al igual que los galanes de noche) y un
largo etcétera de los que las casas antiguas tienen múltiples ejemplos.
Eliminar
En
este caso nos referimos a algún elemento (también
en algunas ocasiones se enlaza con combinar o simplificar) o proceso sin
que ello implique un descenso en su eficiencia o su atractivo de cara al cliente.
En relación a este aspecto podemos considerar la adaptación de los teléfonos
móviles para personas de mayor edad donde se han eliminado ciertas aplicaciones
o actuaciones para su ajuste a las necesidades de este grupo de clientes. Por
otro lado los que llevamos en esto de la calidad
desde los años ´90 del siglo pasado hemos ido, en la mayoría de los casos,
eliminado registros no solicitados en las diferentes versiones de las nuevas
normas y que no aportaban información al sistema (aunque también hemos tenidos que perfeccionar o desarrollar nuevos
formatos para cubrir nuevos aspectos).
Revertir
Este
último punto conlleva la “inversión” de ideas arraigadas y existentes en la
fabricación, distribución, comercialización, etc. del producto o la gestión del
servicio. Esta actuación intenta que la sistemática sea más sencilla para lo
cual se eliminan mejoras o actuaciones que se han integrado con fecha anterior
en muchos casos devolviendo al producto o servicio su “esencia”. Debemos
considerar las posibilidades no escritas de lo “retro” y “vintage”.
Lógicamente
no todos los puntos pueden ser aplicados en todas las ocasiones pero el conocer
estas técnicas así como las posibles combinaciones posibles pueden ayudar en la mejora de productos o servicios de las
empresas. Generalmente la metodología SCAMPER suele emplearse por un grupo de
trabajo, no muy numeroso y que represente varios departamentos de la entidad y
en no pocas ocasiones está apoyada por opiniones de clientes en relación a
nuestro producto o servicio. Este proceso incide de lleno en la dinámica de innovación de la empresa.
“Nada a contracorriente. Da la vuelta. Ignora toda la
lógica habitual.”
Sam Walton, empresario estadounidense fundador de
Walmart.
Autor: J. Daniel Blanco