El Management según Drucker |
Según
Peter Drucker la definición del Management se basa en las funciones que todo
directivo debe aplicar: fijar objetivos, organizar recursos, motivar al
personal, supervisar el rendimiento y desarrollar personas, ellos incluidos.
Estas
trece palabras muestran la esencia del trabajo de gestión y desarrollo de
cualquier cargo con responsabilidad en una organización y marcan la línea
maestra del trabajo de dirección.
Fijar objetivos
La
alta dirección de cualquier organización marca periódicamente unos objetivos
generales a conseguir, generalmente en línea con la visión empresarial de la
entidad, y en cierta medida “desgrana” los mismos por áreas, departamentos o
procesos. Esto conlleva en que el planteamiento de nuestros objetivos
particulares debe tener siempre en mente su integración con los generales de la
entidad por lo cual nuestras metas deben plantearse en concordancia con éstos.
El planteamiento debería efectuarse mediante metodología SMART lo cual
garantiza sus plazos, seguimiento y evaluación posteriores.
Organizar recursos
Cualquier
buen directivo sabe que su infraestructura y personal son vitales para la
gestión de su área y para la consecución de las metas indicadas para cumplir
con sus objetivos. Bajo estas premisas la distribución de los recursos es el “pilar”
donde descansa el buen desarrollo y la eficiencia del trabajo que se lleva a cabo.
En este punto la capacitación del personal es un factor determinante que debe
ser tenido en cuenta, tanto para el manejo de equipos o aplicaciones tanto en
lo relativo a actuaciones de gestión de clientes o proveedores el
desarrollo de actuaciones formativas para cubrir las necesidades requeridas
debe convertirse en una pieza clave de cualquier dirección.
Motivar al personal
La
comunicación directa (y en doble sentido)
con el personal a nuestro cargo debe ser una prioridad para la gestión
empresarial. La dirección debe efectuarse siguiendo directrices tales como el Management by Walking y “abriendo” líneas de diálogo con el personal. Su
implicación en el planteamiento y desarrollo de las metas particulares así como
el trabajo diario es una condición necesaria para alcanzar los objetivos
planteados pues son ellos los que en definitiva están en la primera línea del
trabajo junto con los equipos, las aplicaciones y en relación con los clientes.
Las tareas desarrolladas deben tener en cuenta las capacidades de las personas
que las ejecutan y al mismo tiempo deben, en la medida de los posible, “estimular”
(incluso retar) a aquellos que las
desarrollan.
Supervisar el
rendimiento
El Management según Drucker (II) |
Basado
en la metodología PDCA (mejora continua) y
en línea con el planteamiento correcto de los objetivos su evolución y grado de
cumplimento debe comprobarse y revisarse periódicamente. Debe comprobarse
cualquier desviación del programa planteado y adoptar las medidas
correspondientes antes de que la incidencia se convierta en un problema serio (aplicación de la Gestión por Excepción). La aplicación de análisis de causas puede ayudar en esta fase
pudiendo observarse falta o existencia de recursos insuficientes,
distribuciones erróneas de los mismo (puede haber personal sobrecargado y
personal prácticamente sin actuaciones), falta de capacitación e incluso un
desarrollo no muy claro de las metas a cumplir.
Desarrollar
personas
Este
último punto “enlaza” claramente con el desarrollo de las capacidades del
personal. El cumplimento de los objetivos planteados depende en gran medida de
las personas que componen el área bajo nuestra influencia como directivos. En
gran medida ellos son “nuestro segundo activo” (el primero somos nosotros mismos*) que necesitamos desarrollar,
formar y apoyar.
Nota*. Este punto es primordial para los que desarrollamos
nuestro trabajo como consultores independientes.
Debemos invertir tiempo y energía en desarrollar nuestras habilidades tanto técnicas
como directivas.
Como
todos los buenos planteamientos del ámbito de la gestión y el management esta
definición mantiene su fuerza en virtud de su simplicidad. Por otro lado su
aplicación práctica no es tan sencilla demandando un buena visión empresarial
por parte de los directivos así como un buen manejo de las llamadas habilidades blandas para el desarrollo de sus equipos de trabajo y evitando análisis preliminares que caigan en la llamada Matriz de McNamara. Debe tenerse
en cuenta que en no pocas ocasiones los recursos disponibles nos vienen dados y
gran parte de nuestras decisiones deben plantearse en línea con el desarrollo y
capacitación de los “mimbres” existentes.
“El
management consiste en gestionar lo que hay y trabajar para crear lo que podría
o debería haber”. Peter F. Drucker, consultor y experto en gestión empresarial
austriaco
Autor. J. Daniel Blanco