Cómo desarrollar líderes I |
John Adair, en
su libro del mismo nombre que el presente artículo (2005), determinó el
liderazgo como la pieza clave en la carrera hacia el triunfo de cualquier
organización. Adair redefine el concepto de liderazgo y determina siete
principios fundamentales para el desarrollo interno de líderes dentro de las
propias empresas.
El liderazgo se
aborda desde tres ámbitos principales:
- El conjunto de cualidades individuales que debe poseer
un líder. En este punto se asume que las “capacidades
del liderazgo” pueden ser adquiridas en el tiempo con la experiencia y la
formación. Adair considera que la confianza
es la más importante de dichas capacidades y teniendo en cuenta al entusiasmo y la integridad/credibilidad como factores importantes en la condición del
líder.
- Su trabajo dentro de un grupo, área o empresa. En este caso son
las necesidades y objetivos del grupo los que marcan el desarrollo de una
personalidad característica del líder como apoyo a la estrategia del conjunto.
En este punto cualidades en relación ser un buen planificador (metas y
tareas a efectuar y un programa adecuado), buen comunicador (explicación
de los objetivos –y su porqué-, asignación de tareas y determinación de
parámetros mínimos de trabajo), buen controlador
(control de tiempos, ajuste de metas y
apoyo en las acciones), trabajo de apoyo
(ayuda a las personas, aliento,
disciplina, resolución de desacuerdos), buen informador (aclaración
de tareas, asumir sugerencias y revisiones al plan) y buen evaluador (factibilidad de los planes efectuados, valorar las consecuencias de las
soluciones efectuadas y evaluar el rendimiento del grupo)
- El contexto social del líder como referente más amplio. Bajo este
contexto se asumen los “parámetros” heredados de nuestra cultura clásica de
consideración por parte del líder de la naturaleza humana de sus colaboradores
con el fin de extraer lo mejor de cada persona.
De un modo
práctico la experiencia y el “conocimiento de campo” son
factores esenciales para el desarrollo de un liderazgo adecuado, en este punto
Aldair asume tres líneas principales que son la inteligencia, la
experiencia y la “bondad”
(considerada como integridad, humildad y humor).
Cómo desarrollar Líderes II |
Para el
desarrollo interno de líderes en las organizaciones se determinan siete
principios basados en premisas aceptadas como universales siendo
importante como requisito fundamental los principios deben ser aplicados
considerando las particularidades de cada empresa y el entorno de negocio donde
actúa.
1. Entrenamiento para el
liderazgo. La formación adecuada a las funciones a
desempeñar constituye el primer principio. La precipitación (la búsqueda de soluciones rápidas) y la
falta de la adecuada planificación son dos de los errores más comunes (la falta de aceptación de los diversos
niveles del liderazgo). Además la concepción del liderazgo como algo
exclusivo de los altos directivos determina uno de los fallos fundamentales al
no considerar el liderazgo dentro de todos los estamentos de la empresa (la
jerarquía de la estrategia en tres niveles:
estratégica, operativa y de equipo influye en esta perspectiva). Por último y
en relación a la formación la premisa básica a seguir es nunca designar a un
líder de un grupo sin antes haberle formado correctamente debiendo incluir el
conjunto de cualidades y funciones que deben adquirir así como el entrenamiento
adecuado.
2. Selección de líderes. Adair determina las “cuatro vías” por las cuales los integrantes de
una empresa se pueden convertir en líderes: emergente
(es el propio grupo el que lo eleva a
dirigirlo), designación (efectuada por determinación jerárquica),
elección (el propio grupo determina “democráticamente” a su guía) y hereditario (muy vinculado a entidades familiares donde uno de los herederos pasa a
dirigir el negocio familiar). En líneas generales para determinar el
potencial de una persona para desarrollar su liderazgo deben analizarse las
siguientes competencias: iniciativa y
trabajo en equipo (habilidad para conseguir que todo funciones en pos
de un objetivo común), capacidad de
toma de decisiones (especialmente en el diagnóstico y la resolución de
problemas), habilidades comunicativas
(se debe “comprender y hacerse comprender”), auto-organizativo (el planificarse a sí mismo y contar con
aptitudes para aprender cosas nuevas) y las
cualidades personales (atributos con la confianza, la integridad, el
entusiasmo, la adaptabilidad, la resistencia para trabajar bajo presión y cierto "contexto creativo" entre
otras son características relevantes en el trabajo como líder).
3. El mentor como maestro de
líderes. Este punto plantea la cuestión de que cualquier
persona puede aprender a ser líder bajo la tutela de un “maestro” que lo sea.
Un buen líder por su propia naturaleza debe ser un buen mentor de líderes y el
modo más natural de aprender el liderazgo en cualquier organización es ir “absorbiendo”
como aprendiz los fundamentos y características del liderazgo (como cualquier oficio o arte), no
debiendo olvidar que los maestros siempre continúan siendo alumnos y
deben escuchar para mejorar su actuación como mentores.
4. Ofrecer oportunidades de
liderar. La oportunidad para enfrentarse a desafíos para
cualquier profesional de modo que sirva de “práctica” para el liderazgo es
importante para el desarrollo de líderes en las empresas (una forma de "empowerment"). Los retos deben ser
cada vez más complejos de modo que se gane en preparación, conocimiento y se acelere la llamada Curva de la Experiencia (se debe recordar que un desafío implica
dificultades, amenazas y situaciones complejas ante las cuales el líder debe
aplicar toda su creatividad).
5. La educación para el
Liderazgo es algo más que enseñar a dirigir. El
entrenamiento de gerentes y líderes abarca el proceso por el cual se aprenden
las técnicas de administración, finanzas, marketing, teorías organizativas,
técnicas de planificación y control y actuaciones para motivar a empleados. Adair
resume siete métodos por los cuales las personas somos capaces de aprender: enseñar (proceso guiado de tareas
asignadas), entrenar (desarrollo
sistemático del cuerpo o de la mente), educar
(proceso de largo alcance y amplia escala), instruir
(conlleva una enseñanza metódica o formal), tutoría (de forma individual y
personalizada), coaching
(entrenamiento intensivo), mentor
(actuación como asesor o guía de confianza). El punto relevante es que las
empresas se benefician con sistemas educativos que promueven el liderazgo por
lo cual deberían interesarse por apoyar a las instituciones educativas al
desarrollo de los mismos, la educación transmite el deseo de aprender, la
capacidad de pensar con claridad y la estimulación para usar la creatividad.
6. Una estrategia para el
desarrollo del Liderazgo. Debemos considerar que la
estrategia de una organización se fundamente en su enfoque a largo plazo,
la mayor importancia de lo relevante en contraposición a lo
urgente (recomiendo mi artículos de los Siete Hábitos de Stephen Covey, su "Liderazgo basado en Principios" y de las Siete Lecciones para Liderar de Bill George) y el llamado “multicomponente” pues la estrategia siempre tiene más de un
elemento que conforma el bloque general. Bajo este prisma la “cristalización”
de la estrategia de una empresa en sus diversos niveles precisa de tener
líderes que apliquen, promuevan, motiven y controlen los objetivos planteados,
si la entidad no tiene desarrollados estos líderes y situados en los puestos
necesarios cualquier estrategia diseñada nace bastante “tocada”.
7. El Director Ejecutivo como
vehículo de formación. La alta dirección ejecutiva (CEO) de las empresas
en la responsable de determinar y diseñar el proceso de formación con objeto de
cubrir los requisitos humanos que la entidad precisa y en especial es
determinante la selección y desarrollo de los líderes (tanto actuales como futuros) de la empresa. Varios son los puntos a
considerar: liderar a través del ejemplo (fundamental),
desarrollo de un trabajo de “guía” y asesor a sus líderes subordinados (fomentando las relaciones interpersonales
las cuales sirven para enseñar y también
aprender) y búsqueda constante de la oportunidad de mejorar el
trabajo y el desarrollo del negocio en cualquier situación y ocasión (la mejora continua es, o debería ser, una
constante en su trabajo).
Como resumen a
este artículo indicar que el liderazgo puede ser desarrollado y que lleva
implicado una alta capacidad de desarrollar un trabajo en equipo con gran carga
de motivación y también de decisión para apostar por líneas de actuación, que en muchas ocasiones generan cambios profundos en las organizaciones, que
mejoren tanto la eficiencia de la organización como el equipo humano y siempre considerando el largo plazo (compitiendo por el futuro) y evitando el llamado Efecto Halo. La apuesta formativa y
la necesidad de formar y hacer de mentor y guía de otros líderes se encuentra implícita
en el trabajo del líder. Los siete puntos mostrados arriba pueden parecer
sencillos pero su aplicación práctica del día a día no está exenta de múltiples
complicaciones, pruebas y obstáculos a superar.
“Liderazgo significa comprender y compartir un
propósito común. Sin ello no puede haber liderazgo efectivo”. John Adair,
académico británico experto en liderazgo.
Autor: Daniel Blanco
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