domingo, 30 de noviembre de 2025

Los Controles Internos Financieros como Pilar de la Gestión de Calidad

Por Armando Balbín, CPA

Introducción

En toda organización que aspire a la excelencia, la calidad no puede limitarse únicamente a los procesos productivos o de servicios. La calidad de la información financiera es también un componente esencial de la gestión, ya que sin datos confiables ninguna decisión empresarial puede ser verdaderamente sólida. Como auditor externo de estados financieros, he comprobado que los controles internos financieros son mucho más que una exigencia contable: son una herramienta de gestión que fortalece la transparencia, la eficiencia y la calidad global de una empresa.




Control Interno Financiero y Sistema de Gestión de la Calidad. Un control interno financiero consiste en el conjunto de políticas y procedimientos diseñados para proteger los activos, garantizar la razonabilidad de los estados financieros y asegurar el cumplimiento de las leyes aplicables. Por su arte, un Sistema de Gestión de la Calidad (SGC) busca mejorar continuamente los procesos, reducir errores y aumentar la satisfacción del cliente.

Aunque surgen de campos distintos, ambos comparten principios fundamentales:


·        Documentación clara y verificable.

·        Definición de responsabilidades.

·        Supervisión y aprobación.

·        Mejora continua basada en la evidencia.


Cuando estos sistemas se integran, la organización alcanza un nivel superior de coherencia y control.

 

Interrelación entre la Calidad y el Control Financiero

La gestión de calidad depende de información exacta, oportuna y verificable. El control interno financiero proporciona esa base de confianza, porque asegura que los registros contables reflejen la realidad económica de la empresa.


-      Sistema de Gestión de la Calidad.

-      Control Interno Financiero.

-      Procedimientos documentados.

-      Políticas contables escritas.

-      Control de procesos.

-      Segregación de funciones.

-      Registros de no conformidades.

-      Registros de errores contables y conciliaciones.

-      Auditoría de Calidad.

-      Auditoría financiera interna o externa

-      Mejora continua.

-      Revisión periódica de políticas contables.


Esta relación demuestra que la calidad organizacional y la calidad financiera son inseparables: no se puede hablar de excelencia operativa si los informes financieros son inexactos, ni de información confiable si los procesos carecen de disciplina y control.


Ejemplo práctico: “Quién Hace Qué”

Durante mis años como auditor externo en la ciudad de Nueva York, diseñé una hoja de trabajo que titulé “Who Does What” (en español, “Quién Hace Qué”). El propósito era identificar, en una sola página, todas las funciones clave de la empresa, señalando quién ejecuta cada tarea, quién la revisa y quién la aprueba.

Este simple formato permitía visualizar:


-      Dónde existían funciones duplicadas o conflictos de interés.

-      Qué tareas carecían de supervisión o control independiente.

-      Y si los procedimientos contaban con la aprobación final de un responsable autorizado.


Con el tiempo comprobé que esta herramienta no solo fortalecía los controles internos financieros, sino que también se convertía en un instrumento de gestión de calidad. Definir claramente quién hace qué fomentaba la responsabilidad individual, la trazabilidad de cada proceso y la transparencia en los resultados, tres principios esenciales tanto para la contabilidad como para la gestión de calidad.

 


Beneficios de Integrar la Calidad con el Control Financiero

Una empresa que armoniza sus controles financieros con su sistema de calidad obtiene ventajas concretas:


-      Mayor confiabilidad en la información utilizada para la toma de decisiones.

-      Reducción de riesgos de errores materiales o fraudes.

-      Cultura organizacional más responsable y participativa.

-      Confianza reforzada ante inversionistas, auditores, entes reguladores y clientes.


Ambos sistemas se retroalimentan: la calidad proporciona disciplina y orden a los procesos contables, mientras que el control interno financiero aporta medición, evidencia y trazabilidad a la gestión de calidad.


Conclusión

La verdadera calidad empresarial no se limita al producto o servicio que llega al cliente; también debe reflejarse en la solidez de la información financiera que la respalda. Integrar los controles internos financieros dentro del sistema de gestión de la calidad permite lograr una organización más confiable, eficiente y sostenible.


“La claridad sobre quién hace qué no solo evita errores, sino que también crea una cultura de orden y responsabilidad: el verdadero fundamento de la calidad empresarial.”


Nota*. Este artículo ha sido escrito por un buen compañero Armando Balbín y vincula claramente la gestión de la calidad con el control financiero en las organizaciones, siendo ambos aspectos como dos caras de la misma moneda. En muchas ocasiones los consultores de calidad "olvidamos" este enfoque en nuestro trabajo cuando constituye una pieza fundamental de cualquier empresa. Mi enorme agradecimiento por su colaboración en este blog y un fuerte abrazo en la distancia.



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