Los Siete Principios de Konosuke Matsushita I |
Nota*. El Grupo
Matsushita Electric Industrial abarcaba marcas como Panasonic, JVC y Technics.
Matsushita
comenzó sus innovadoras prácticas de gestión
en el Japón de los años 20 bajo la máxima “Armonía
entre las utilidades y la justicia social. El dinero tiene que regresar al
mercado en forma de salarios justos para incrementar la demanda y para que
exista negocio para todos”.
Matsushita
delimitó siete principios-guía:
1. Contribución a la sociedad (servicio al cliente). La generación de
artículos y servicios de calidad a precios razonables con el objetivo
del bienestar final de la población. Se asume una responsabilidad con la
sociedad donde trabajamos.
2. Imparcialidad y honradez (equidad con los empleados y honestidad en lo
que hacemos). Aplicado a todos nuestros negocios así como en nuestra
conducta personal (de la Gestión al Liderazgo de Bennis). Se busca la integridad personal y la credibilidad de toda la
organización.
3. Trabajo en grupo y cooperación (equipo para la causa común). Aunar y
desarrollar habilidades bajo las condiciones de confianza y respeto. La
cooperación y el espíritu de equipo se sitúan por encima de los individualismos
aunque desarrollando la autonomía (el ganar-ganar defendido por Covey en su "Liderazgo basado en Principios").
4. Esfuerzo incansable en mejorar. La búsqueda de la
mejora continua tanto en nuestras acciones personales como en las
empresariales.
5. Cortesía y humildad. El respeto de los derechos y
necesidades de los demás (tanto
compañeros como la sociedad en general) se convierte en una máxima a
seguir.
6. Adaptabilidad (y respeto
a las leyes naturales). Se busca la adaptación a todo tipo de situaciones cambiantes y teniendo en cuenta el medio ambiente que rodea a la
organización.
7. Gratitud por los dones recibidos. El agradecimiento
como virtud principal.
Este
código ético
emana del concepto que tenía su fundador de tratar a sus empleados como si
fueran su familia y de la necesidad de que una empresa es responsable de
generar prosperidad a la sociedad más allá de los beneficios para los
propietarios de la organización*.
Observación*. Los siete principios se consideran declaraciones y
una extensión de los valores culturales japoneses en los negocios y en muchos
ámbitos son llamados “los siete espíritus de Matsushita”.
Según
Kotler el modelo definido por Matshushita recogió antes que ninguno la lentitud
y los elevados costes que las estructuras centralizadas y el exceso de niveles
provocaban en las organizaciones. Se implicaba al personal en adoptar riesgos y
mantener una mente abierta en relación a todos los sucesos, se fomentaba la
escucha activa y la resolución de situaciones mediante la llamada “sabiduría colectiva” apoyándose en
cualquier trabajador de la entidad* sin importar su nivel en la estructura
de la misma.
Nota*. Algunos años más tarde Drucker defendió este punto en El Gran Poder de las Pequeñas Ideas.
Nota*. Algunos años más tarde Drucker defendió este punto en El Gran Poder de las Pequeñas Ideas.
Los Siete Principios de Konosuke Matsushita II |
Se
pasó a colocar al cliente en el centro del motivo de trabajo de la empresa y
situó la satisfacción del personal como primer objetivo a conseguir pasando a
un segundo plano la productividad, sin olvidar el control de los costes
de producción*.
Observación*. También situó al marketing como una pieza fundamental
de comunicación, actuación que en los años 50 se trataba de una total
innovación. Matsushita consiguió una empresa totalmente orientada al cliente
con unos costos muy bajos, mantuvo unas relaciones excelentes con sus
trabajadores y un marketing totalmente
innovador para la época.
Las
“ventajas” de los principios de Matsushita quedaron claramente contrastadas en
la gran depresión de 1929, la organización mantuvo en 477 sus trabajadores. La
producción alcanzaba los 200.000 yenes mensuales y la organización tenía 140
patentes. Transcurridos dos años y a pesar de la situación económica la empresa
generó más patentes, desarrolló más artículos y superó a toda su competencia:
los trabajadores alcanzaron la cifra de 886.
La
estrategia de Matsushita conlleva enfocarse en lo realmente importantes
descartando las apariencias (penetrar en
la realidad). Defendía el llamado “acto útil”
como base para lograr beneficios a través de la circulación de ideas, de
personas, de experiencia y de interacción entre sus diferentes áreas. El
objetivo final es la cooperación comprometida con los resultados y objetivos
de la organización. También defendía la flexibilidad y la creatividad
individual como elementos de innovación adecuados para tiempos convulsos.
Una
anécdota sobre este líder carismático y adelantado a su tiempo: en 1975 el Sr.
Morisama Ogawa fue invitado por su jefe (Matsushita) junto con cinco personas
más a un restaurante. Cuando un bistec (sin
acabar) que había pedido el Sr. Matsushita iba a ser devuelto a la cocina,
éste se empeñó en hablar con el chef. A llegar el chef, muy preocupado pues le
habían comentado que la persona que quería hablar con él era muy importante,
las palabras de Matsushita fueron las siguientes: “Se que te has tomado tu tiempo en preparar el plato y temía que te
sintieras mal al ver que únicamente comí la mitad del mismo. El motivo no es
porque no estuviera bueno sino porque mi apetito a los 80 años ya no es como
antes.”
El
desarrollo de prácticas que actualmente consideramos como habituales tales como
considerar el servicio post-venta más relevante que la propia venta, la
participación de todas las partes interesadas en la gestión y la dirección estratégica de la
organización: necesidad de satisfacer las necesidades de los clientes con
precios justos y productos innovadores, sus compromisos con sus proveedores y
distribuidores cresando relaciones de confianza, sus buenas relaciones con los
empleados consiguiendo su participación, fidelidad y lealtad fueron aspectos
principales de la filosofía de Matsushita hace casi un siglo.
Por
último el liderazgo humilde, respetuoso, abierto a nuevas ideas y experiencias,
trabajador y optimista fue el enfoque de Matsushita defendió con su estilo de
gestión y que logró “imprimir” a todos sus trabajadores y colaboradores, tal
vez un liderazgo del siglo XXI en pleno Japón de principios del siglo XX.
En
resumen de su axioma principal reside en que “el éxito de cualquier empresa viene determinado por la gente que
trabaja en ella”.
“Cuando llueva,
abra un paraguas.”
Konosuke
Matsushita, empresario e industrial japonés
Autor: J. Daniel Blanco
Como siempre Daniel comunicando interesantes articulos
ResponderEliminarSaludos
Higidio
Gracias por el comentario y apoyo Higido.
EliminarRecibe un cordial saludo.
muy bueno el artículo, me encanta la filosofía de Matsushita, “el éxito de cualquier empresa viene determinado por la gente que trabaja en ella”. “Cuando llueva, abra un paraguas.” Y la actitud de la gente que trabaja en ella viene determinada por su motivación y su pasión. Gracias por la reflexión
ResponderEliminarGracias por el comentario amigo desconocido.
EliminarMe alegra que el artículo haya sido de tu interés.
Un cordial saludo.
Muy buen aporte,gracias
ResponderEliminarGracias por el comentario Aiko Zhumory, me alegro que el artículo haya sido de tu interés.
EliminarRecibe un cordial saludo.
Excelente artículo. Gracias por compartir.
ResponderEliminarMuchas gracias Eduardo, me alegra que el artículo sea de tu interés.
EliminarRecibe un cordial saludo.