Las Dimensiones Culturales de Hofstede (I) |
Geert Hofstede efectuó
uno de los estudios* más completos a lo largo de los últimos años de las década
de 1970 y los primeros años de la década de 1980 en relación a los paradigmas culturales y su influencia en
las organizaciones. El impacto de este estudio en los ámbitos de la gestión de
las organizaciones, estrategias de negociación, gestión de equipos, configuración de estrategias de marketing, etc. ha sido muy relevante.
Nota*. El
estudio se efectúo para IBM y Hofstede analizó 70 países y demostró que la
existencia de ciertos agrupamientos culturales, que son persistentes, afectan
al comportamiento de las organizaciones.
El “resultado” del
estudio analizado clasificó los patrones culturales de conducta en seis
indicadores (o áreas clave), los
cuales aplicados a una empresa delimitan los siguientes puntos:
Distancia al poder (Power Distance Index –PDI-)
Expone el grado de
aceptación por parte de la parte más baja del organigrama empresarial del
ejercicio de del poder de los cargos
directivos. Este valor es más elevado en organizaciones donde las diferencias y
las jerarquías estén más marcadas y diferenciadas por otro lado valoraciones
bajas conllevan a un mayor reconocimiento de las habilidades y capacidades de
todos los trabajadores y promueven las entidades más horizontales así como más cercanas
a los líderes
de la entidad y una mayor participación en la toma de decisiones.
Individualismo (Individualism –IDV-)
Refleja el grado de integración de los empleados en la
organización incluyendo su “grado” de pertenencia al grupo y el desarrollo del
trabajo buscando el beneficio propio (que
reflejará un mayor IDV) o el beneficio de la empresa (donde el ratio será menor). El desarrollo del trabajo por objetivos
la parametrización de la organización por procesos ayudan a “saltar” las barreras entre
departamentos y a colaborar entre diferentes trabajadores de varias áreas en la
resolución de problemas comunes o en el desarrollo de diferentes metas
propuestas.
Masculinidad (Masculinity –MAS-)
Valores elevados de
este indicador conllevan organizaciones con mucha competitividad entre sus
componentes. La “feminidad” otorgaría valores más asertivos y empáticos en el
desarrollo de los trabajos siendo el componente principal de actuaciones de colaboración y trabajo en equipo así como
el establecimiento de relaciones entre los integrantes de la organización.
Incertidumbre (Uncertainty Avoidance Index –UAI-)
Marcaría la “tasa de
aceptación” a aspectos como la incertidumbre y la ambigüedad. Valores altos de
este indicador llevarían consigo que la organización intentará evitar riesgos o
situaciones de cambio (también conlleva a
un exceso de procedimientos y planificación dejando poca libertad de actuación).
Por otro lado empresas con valores bajos en este indicador se “moverán” bien en
tiempos de cambio y se encontrarán más
abiertos a nuevas ideas tanto desde el interior de la organización (que procurarán fomentar) como del
exterior (que investigarán).
Largo Plazo (Long Term Orientation –LTO-)
Las Dimensiones Culturales de Hofstede (II) |
Esta dimensión viene
marcada por la existencia de una dirección estratégica a medio y largo plazo frente a entidades que
trabajan más en superar el día a día y con objetivos a corto plazo. La
“supervivencia” de cualquier organización transita en saber combinar ambos factores.
La misión
y la visión de la organización debe orientarse al largo plazo y el
planteamiento de los objetivos en el corto y medio plazo debe entenderse como
“escalones” para conseguir alcanzar la “foto” propuesta.
Indulgencia (Indulgence –IND-)
Esta valor marcaría el
opuesto de la contención. La indulgencia delimitaría una mayor “permisividad” de la organización al
disfrute y la satisfacción de los empleados en el desarrollo de sus tareas por
otro lado la contención vendría impuesta por una serie de normas rígidas cuyo
fin sería el regular todos los comportamientos de los trabajadores.
En definitiva la
“mezcla” de las dimensiones citadas afectan al comportamiento y desarrollo de
cualquier empresa pues su marca persiste
en el tiempo. Por otro lado el conocimiento de este “coctel” por parte de
cualquier trabajador, colaborador, proveedor, etc. que tenga relación con la
empresa constituye un elemento vital para garantizar nuestra adaptación a la
dinámica de trabajo dominante en dicha entidad*.
Nota*. En
el fondo de la cuestión la combinación de las dimensiones relativas a una
organización en comparación con nuestros propios valores nos muestra si las
diferencias son asumibles o debemos descartar trabajar para o en dicha
organización (todo depende tanto de nuestra capacidad de adaptación como de la
flexibilidad de nuestros principios).
Considerando el actual
concepto de globalización y teniendo en cuenta que las dimensiones de Hofstede
también se encuentran presentes en cualquier cultura el impacto de estas
dimensiones son un punto de apoyo necesario para la correcta gestión de equipos
conformados por personas de diferente procedencia (social, académica, cultural, etc.) con el fin de garantizar la eficacia
de los diferentes equipos que se puedan configurar para el desarrollo de un
proyecto o programa de actuación.
Una última
puntualización, la aplicación y el conocimiento de las dimensiones de Hofstede
constituye una puerta al conocimiento de los roles y cultura imperante en una
entidad, sin embargo en ningún momento puede sustituir el conocimiento
“directo” de los trabajadores individuales.
“La cultura es una programación colectiva en la mente
de las personas que distingue a los miembros de un grupo o categoría de los de
otra”.
Geert
Hofstede, psicólogo social y antropólogo holandés
Autor: J. Daniel Blanco
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