El Contexto Creativo en las Empresas |
Mihaly
Csikszentmihalyi* defiende que la Creatividad, considerada como lo que
cambia nuestro modo de ver el mundo, no surge nunca de la mente de una única
persona sino de las interrelaciones existentes en un sistema compuesto por tres
elementos básicos.
*Nota. Profesor de psicología y escritor de origen croata.
Dichos
elementos “primigenios” son el dominio
entendido como el “continente” de información, el
campo que incluye a todas las personas que actúan como
vigilantes del dominio y las personas
definidas como los elementos artífices del cambio.
Más
pormenorizadamente tendríamos:
1. El dominio
Estaría
formado por el conjunto de normas, procedimientos e instrucciones que
definirían la cultura de la organización, lo cual condiciona nuestras acciones por
la información y nuestra cultura.
Por otro
lado la creatividad no surge de la nada, pues nadie es creativo en sentido
absoluto. Lo que si sucede es que para “conseguir la creatividad” nos debemos
mover en un determinado dominio.
De este modo
las diferentes áreas de las empresas constituyen diversos dominios ya que
poseen en sus departamentos y procesos su propia información organizada. La
creatividad en las organizaciones surge mediante la apertura del conocimiento
a todas las áreas y a todos los empleados con el objetivo de fomentar la
conexión de ideas aisladas.
2. El campo
Viene
representado por todos las personas, líderes y cargos que “vigilan” el dominio. En las
empresas estos “árbitros” serían los diferentes directivos o responsables de
área, división, proceso y/o actividad encargados de “seleccionar” que ideas o
proyectos nuevos presentan la capacidad de entrar en el dominio de la
organización.
La
importancia de estos “vigilantes” es máxima pues actúan deben actuar
como líderes en sus áreas debiendo elegir entre múltiples
ideas innovadoras o de mejora aquellas que merecen ser apoyadas y
desarrolladas. En este punto se destaca que tanto si el campo es demasiado
permisivo es decir, se aceptan muchas ideas nuevas, como si es muy conservador
no estimulando ni premiando la innovación el resultado final es que la empresa
lo acaba pagando.
3. Las personas
Son las que
en última instancia introducen un cambio en la información (Hamel las considera el centro de "Lo que Ahora Importa" y como activo más relevante del "nuevo liderazgo" y de la "nueva estrategia") de un dominio
fomentando, de este modo, la creatividad y los cambios que a su vez si son
aceptados por el campo pueden ser incluidos en el dominio provocando su
evolución.
Las personas
creativas (o dionisíacas tal y como refiere Handy) se transforman en candidatos excelentes para las entidades innovadoras
destacando entre sus características: el disfrutar superando los límites de
un dominio, el interés y la curiosidad así como una
ingenuidad casi infantil que nunca se contenta con la famosa respuesta “pero siempre lo hemos hecho así”.
Por lógica
los empleados creativos deben tener acceso a la información apropiada así como
a los recursos.
El resumen
fue enunciado por Jack Welch: “En
realidad sólo tengo que hacer tres cosas: elegir a la gente adecuada, asignar
el dinero preciso y transmitir las ideas de una división a otra a la velocidad
del rayo”. La primera actividad es vítal (y no tan sencillo como parece), la segunda es indispensable y la
tercera totalmente necesaria para la eficacia de la empresa.
Los líderes de
las empresas no tienen que ser creativos pero si deben reconocer las ideas
innovadoras válidas y las personas capaces (indispensable para generar empresas que sobresalen, encontrar su "vaca púrpura" o gestionar las "pequeñas ideas"). Deben tener amplios intereses y
competencias mejor que ser especialistas. Las ideas innovadoras suelen surgir en la frontera
entre los dominios, mercados y tecnologías.
“Para que una empresa sobreviva en
un entorno competitivo que exige un conjunto creativo y constante al cambio
tiene que elegir a los mejores, disponer de la mejor información y reconocer y
apoyar las mejores ideas.”
Jack Welch, empresario y escritor
estadounidense.
Autor: J. Daniel Blanco
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