La metodología Lean, originada en los sistemas de producción de Toyota, ha revolucionado la forma en que las organizaciones abordan la gestión de sus procesos. Al centrarse en la eliminación de desperdicios y la maximización del valor para el cliente, Lean ha demostrado ser una herramienta poderosa para mejorar la eficiencia, la calidad y la competitividad de las organizaciones.
- Identificación del valor: El valor queda definido desde la perspectiva del cliente, considerando el producto o servicio que está dispuesto a adquirir. Al identificar claramente el valor, las empresas pueden enfocar sus esfuerzos en las actividades que realmente aportan valor y, más importante, eliminar aquellas que no lo hacen.
- Generación del mapa de flujo de valor: Mediante herramientas como Value Stream Mapping (VSM), se visualiza el flujo de materiales e información a lo largo de todo el proceso de creación de un producto o servicio. Esta revisión permite identificar cuellos de botella, desperdicios y oportunidades de mejora.
- Generación de flujo: El objetivo es lograr un flujo continuo de materiales y información, eliminando las interrupciones y los tiempos de espera. La implementación de un sistema de producción "pull", donde la producción se inicia en respuesta a la demanda del cliente, es fundamental para crear flujo.
- Establecimiento de un sistema de producción "pull": Vinculado al punto anterior, a diferencia del sistema "push", donde los productos se empujan a través del proceso sin considerar la demanda real, el sistema "pull" asegura que solo se produce lo que se necesita, cuando se necesita.
- Búsqueda de la perfección: La mejora continua, o Kaizen, es un principio
fundamental de Lean. Se trata de identificar y eliminar ineficiencias de manera
constante e implementar mejoras progresivas, con el objetivo de
acercarse a la perfección.
Lean y la gestión de la calidad comparten un objetivo común: satisfacer las necesidades del cliente. La norma ISO 9001 proporciona un marco de referencia para implementar y mantener un sistema de gestión de la calidad, mientras que Lean ofrece herramientas y técnicas específicas para mejorar la eficiencia y la eficacia de los procesos.
Algunas de las herramientas Lean más utilizadas en la
gestión de la calidad incluyen:
· 5S: Un método para organizar el lugar de trabajo, eliminando lo innecesario y
creando un ambiente limpio y seguro.
· Poka-Yoke: Técnicas para evitar errores humanos y garantizar la calidad del producto
o servicio.
· Control estadístico de procesos (CEP): Un conjunto de herramientas estadísticas utilizadas para monitorear y controlar los procesos de producción.
Con la integración de dinámicas Lean en sistemas de gestión de calidad, las organizaciones pueden obtener varios beneficios como: la reducción de costos al eliminar desperdicios y optimizar actividades, la mejora de la calidad al prevenir defectos, elevación de la productividad al conseguir mejorar la eficiencia y los flujos de trabajo y el incremento de la satisfacción de los clientes al entregar productos o servicios de mayor calidad.
En un futuro próximo la metodología Lean junto con la gestión de la Calidad se encaminarán hacia:
1. Lean
Digital y Automatización: vía integración de las tecnologías por su
combinación con la Inteligencia Artificial (IA), el
Internet de las Cosas (IoT) y la automatización de procesos robóticos (RPA) que
permitirá una mayor optimización de los procesos. También el uso del Big Data y
herramientas de análisis avanzadas permitirá identificar patrones y tomar
mejores decisiones. Por último la transformación digital de los procesos será
una realidad total.
2. Lean y Sostenibilidad: en este punto la contribución a la reducción de la huella ambiental y la alienación de la metodología Lean con objetivos de sostenibilidad y mayor eficiencia de recursos será una realidad junto con su participación en la economía circular al ayudar a cerrar ciclos de producción.
3. Lean y Experiencia del Cliente: considerando el “mapeo de su experiencia“ (Customer Journey Mapping) que será integrado con el objetivo de eliminar puntos de fricción y mejora de su satisfacción. También en este punto el Lean colaborará con la prestación de servicio u ofrecimiento de productos altamente personalizados.
4. Lean y Desarrollo de Productos/Servicios: mediante el uso de herramientas como el Lean Startup y su validación de ideas más rápidas y con un menor riesgo. En este punto herramientas como Scrum y Kanban permiten acelerar el tiempo de salida al mercado y adaptación a cambios.
5. Lean y Gestión del Talento: mediante la participación de los trabajadores en las dinámicas de la mejora continua y la generación de una cultura de innovación así como en su participación en el desarrollo de competencias vía formación y capacitación.
6. Lean y Resilencia: teniendo en cuenta su participación para el desarrollo de planes de contingencia y la mejora de la capacidad de las organizaciones ante situaciones inesperadas fomentando entornos de trabajo ágiles para el trabajo en entornos volátiles.
La metodología Lean en la actualidad prevé un futuro interesante. Su integración con otras
disciplinas y tecnologías permitirá a las organizaciones abordar los desafíos
actuales y futuros de manera más efectiva, incrementando la competitividad de
las organizaciones, elevando la satisfacción de los clientes, contribuyendo a
un futuro más sostenible e incrementado la cultura de la innovación. Esta
herramienta continuará siendo fundamental para las empresas en su búsqueda de
la experiencia operativa y su mejora a medio y largo plazo.
Autor. J. Daniel Blanco