Todo apunta a que las
previsiones económicas mundiales según el FMI serán aún peor de que había
estimado en sus previsiones de abril.
En aquel entonces, el FMI dijo que la economía mundial sufriría la peor crisis financiera desde la Gran Depresión de la década de 1930, ya que pronosticó una contracción del 3%. Ahora el fondo seguramente advierta de que la recesión podría ser aún peor.
"Por primera vez desde la Gran Depresión, las economías de mercados avanzados y emergentes entrarán en recesión en 2020. Es probable que la próxima Actualización de las Previsiones Económicas Mundiales de junio muestre unas tasas de crecimiento negativas aún peores de lo estimado anteriormente", explicaba recientemente Gita Gopinath, economista jefe del FMI.
Gopinath también ha dicho que la crisis actual es "diferente a cualquier cosa que el mundo haya visto antes".
Esta situación, nueva
e inesperada, supone un verdadero reto para los líderes, CEOs, directivos de
grandes empresas,… de todo el mundo. Casi nada de lo que hacían anteriormente
se puede aplicar ahora. El nuevo entorno económico y
sanitario ha cambiado las cartas y las reglas del juego.
El buen líder en estos momentos de cambio e incertidumbre es aquél que se comunica bien, que sabe desarrollar confianza e inspirar a otros. El líder que se requiere asume riesgos con coraje y se presenta como un ejemplo a seguir por su comportamiento y decisiones valientes.
Por otra parte, cabe destacar la importancia de que las organizaciones se enfoquen en los valores colaborativos que promuevan la efectividad de los empleados, cuya energía positiva multiplica los cambios, la confianza y los resultados. Así también, deben fomentar la contratación de personas que sepan más que el propio líder para poder aprender algo de ellos; es decir, incrementar el índice de crecimiento.
Liderar el
cambio de cara al futuro significa también prepararse para la transformación,
para dar la bienvenida a nuevos empleados, nuevos clientes, nuevos incentivos.
Es más, para hacer frente a la incertidumbre que caracteriza a los negocios de
hoy, las habilidades de un líder deben incluir la capacidad de trazar objetivos
concretos y al arte de hacer dinero. Incluso, para mantener la delantera, y que
el servicio al cliente sea
excelente, además, es menester lograr la
simplicidad de los procesos y tener sentido común, enseñando a la gente a generar un cambio y a
ser parte de él.
Retos para el nuevo
líder
Por ello, se necesitan nuevas mentes capaces de afrontar con éxito el reto que tenemos por delante. El viejo liderazgo, jerárquico, piramidal, rígidamente estructurado y ajeno a la actualidad tiene que dejar paso a nueva visión y forma de hacer. Los cuatro principios del éxito duradero de Stadler nos pueden servir de guía general.
En un sentido amplio, estos son los dos principales retos que debe afrontar el liderazgo efectivo:
1)
Transformación Digital
Si algo ha logrado la pandemia del Covid19 ha sido acelerar el proceso de digitalización de los negocios. Lógicamente lo que ya estaban en esa dinámica son los que más se han beneficiado. Para los demás, la transformación digital de procesos, personas, modelos de negocio,…. es ahora una realidad acuciante. Ojo, sin olvidar que la transformación digital no va (solo) de tecnología.
La necesidad de introducir nuevos procedimientos digitales en todos y cada uno de los value point de la empresa no es una opción ni un debate: es una imperiosa necesidad.
El nuevo líder tiene que estar imbuido por esta visión. Y si no la ha abrazado de forma nativa, tiene que convertirse en un sujeto permeable, dejarse empapar por el cambio digital. El nuevo líder tiene que ser digital o no será líder.
El reto digital para el liderazgo en la era Covid implica:
· Incluir la tecnología en su core de conocimientos y habilidades
· Confiar en sus departamentos de negocio digital
·
Delegar en perfiles más disruptivos
·
Comprender lo digital como una parte intrínseca
del negocio
·
Tomar decisiones estratégicas con visión de
medio/largo plazo
·
Sentir la tecnología y el mundo digital como algo
presente, no es ni pasado ni futuro
En un año tan sombrío para la mayoría de negocios, una minoría ha salido de la crisis más fuerte de lo
que entró. La mayoría son gigantes
de la tecnología (grandes
beneficiados de una cuarentena delante del móvil o el ordenador) y los
servicios de venta online, pero se entre los grandes
se encuentra también una empresa
automovilística, una
farmacéutica e incluso una marca de alcohol (valoración
realizada por Financial Times)
1)
Gestión de la incertidumbre
En un entorno tan variable y complejo como el actual una de las soft skills más necesarias es aprender a vivir en la incertidumbre. Además de saber gestionar los cambios, es clave tener habilidades para vivir de forma óptima en un mundo totalmente inseguro. Es una realidad que vivimos en un mundo VUCA y cada vez es más necesario disponer de una mentalidad (mindset) capaz de adaptarse y afrontar con éxito la cambiante realidad. Pero tanto si está considerando un pequeño cambio en uno o dos procesos o si desea realizar un gran cambio en todo el sistema organizativo, lo habitual es sentirse incómodos e intimidados por la magnitud del reto.
La pandemia del covid19 nos ha desnudado. Ha revelado lo vulnerables y frágiles que somos. Un virus ha sido capaz de poner “patas arriba” la economía de todo el mundo. Y mucho me temo que en adelante esto va a continuar siendo así. Por ello es tan importante que los nuevos líderes sean los mejores en navegar en entornos inciertos.
Si alguien todavía pensaba que vivía en un mundo de certezas y verdades inmutables creo que la pandemia del coronavirus les ha dado un buen motivo para reflexionar. No existe el riesgo cero en salud, vivas donde vivas. El mundo actual es muy volátil, cambiante, incierto e inseguro. ¿Quién dice que una infección que surge en un mercado chino no puede llegar a alterar la economía de medio mundo?
La incertidumbre sobre lo que puede suceder pasado mañana, sobre el impacto en occidente de los altibajos en los mercados de Asia o sobre el impacto en la salud global de un simple virus es algo que nos va a acompañar para siempre. Esto exige desarrollar una nueva habilidad (soft): hay que aprender a vivir en la incertidumbre. Ya no es necesario saber gestionar el cambio; lo importante es saber vivir en entornos inciertos, inseguros donde la incertidumbre es lo habitual.
Es importante que los nuevos líderes sigan apoyando el cambio.
Esto incluye al personal existente y los nuevos líderes que vayan sumando. Si
pierde el apoyo de estas personas, podría terminar donde empezó. La necesidad
de liderar equipos u organizaciones flexibles se ha convertido en una necesidad
en el mundo empresarial del siglo XXI.
Qué hacer:
- Hablar
acerca de los avances cada vez que se dé
la oportunidad. Cuente historias de éxito sobre procesos de cambio, y repetir
otras historias que oiga.
- Incluye los ideales y valores del cambio cada vez que contrate y
entrene gente nueva.
Jesús A. Lacoste
https://instagram.com/jalacoste/
https://es.linkedin.com/in/jalacoste
Este artículo
corresponde a una serie de colaboraciones
que he solicitado a diversos compañeros y profesionales que desarrollan su
actividad en distintas áreas de la gestión empresarial y que han accedido
(creo y espero que encantados) a redactar para mi blog una serie de artículos
exclusivos. El objetivo final es ampliar y compartir nuestro conocimiento. |
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