lunes, 26 de octubre de 2020

De la Microgestión y otras desventuras empresariales (por Pepa Castillejo Poole)

 

¿Puede una sola persona trabajando 12 horas al día paralizar toda una empresa? Efectivamente, puede hacerlo, porque no es importante la cantidad de trabajo, sino la calidad del mismo.

Hace unos años me encontré con una situación curiosa, un jefe de administración, una persona bastante válida en su área, fue nombrado gerente de una empresa. Debo indicar que lo usual en esta organización era ascender siguiendo escrupulosamente criterios de antigüedad, así que era inevitable que esta persona llegara a ser gerente. No había que hacer nada especial, solo esperar, porque su turno llegaría.

El nuevo gerente no deseaba el puesto, aunque técnicamente estaba cualificado para ejercer las tareas. Además, no contaba con la simpatía del personal al que debía dirigir, simplemente, le había “tocado”. Así que se propuso enfrentarse a su primer año de liderazgo con un objetivo en mente, mantener el statu quo que había dejado el anterior gerente. No superarlo, ni superarse, mantenerlo, aguantando hasta que pudiese abandonar el puesto.


Cuando se hereda un sistema de liderazgo autoritario aunque disimulado por el "guante de seda" con que gestionaba el carismático gerente anterior, se produce el primer conflicto. El líder apático no quiere complicaciones y espera que se planteen soluciones a problemas, sin embargo, se encuentra con un personal acostumbrado a obedecer y totalmente desmotivado a la hora de asumir responsabilidades, ya que ¿para qué? Nunca había sido necesario. Y todo había ido siempre muy bien,.

Cuando se plantea un conflicto de este tipo tenemos una alternativa:


·   Asumir personalmente la supervisión de todas las tareas, cuando no su ejecución directa. A corto plazo puede parecer la solución óptima, el líder se asegura el cumplimiento estricto de sus decisiones. Es importante que vaya unido a eliminar la disidencia, evitando cualquier conato de creación de equipo. Un equipo cohesionado puede ser un gran aliado, pero también un enemigo muy poderoso.

 

·    Trabajar para modificar la conducta del personal. Es una tarea que requiere tiempo y esfuerzo, pero que, a la larga suele dar mejores resultados. El empoderamiento (esa palabra tan de moda) del personal supone una mayor implicación de los trabajadores a la hora de gestionar sus tareas, ya que conlleva el dotar de la autoridad y, por ende, de la responsabilidad necesaria para ejecutar su trabajo con autonomía. La libertad de tomar decisiones no está al alcance de todos, es trabajo del líder detectar qué responsabilidad es capaz de asumir cada uno de los trabajadores a su cargo y delegar en quien corresponda.

 

·   Asumir personalmente la supervisión de todas las tareas, cuando no su ejecución directa. A corto plazo puede parecer la solución óptima, el líder se asegura el cumplimiento estricto de sus decisiones. Es importante que vaya unido a eliminar la disidencia, evitando cualquier conato de creación de equipo. Un equipo cohesionado puede ser un gran aliado, pero también un enemigo muy poderoso.


Nuestro nuevo gerente, como nadie era capaz de hacer nada bien, decidió que todas las operaciones, cuestiones, decisiones, consultas, en resumen, todo, tenía que pasar por su correo electrónico, desde el que él daría el visto bueno. Por escrito. Todo. Desde la petición de compra de una caja de bolígrafos, hasta la inversión en modificación de estructuras fundamentales para la continuidad del negocio. 

Así que comenzó a recibir correos, que, claro, tuvo que compatibilizar con reuniones, llamadas telefónicas, viajes, comidas de empresa o cosas mucho menos importantes, como dormir. Era usual ver un mail de respuesta fechado un sábado de madrugada.


Cuando los correos dejaron de ser contestados comenzaron a recibirse más correos, que luego se convirtieron en llamadas, luego en llamadas impacientes y que, finalmente, acabaron provocando un atasco. 



Si, en la operativa de tu negocio, autorizar un precio o unas condiciones particulares debe ser cuestión de minutos, que te devuelvan una llamada de teléfono en cuestión de horas o que te contesten a un mail al cabo de una semana simplemente es perder la venta y, a veces, también al cliente. No informar a tu equipo de las oscilaciones del precio de compra de tu producto supone reducir tu margen de beneficios e incluso incurrir en una venta a pérdida. No atender a los proveedores puede suponer la pérdida de interesantes condiciones de compra o, simplemente, no autorizar sus pagos y perder su confianza. 

Este gerente tuvo el dudoso honor de ser el primero en generar 1 millón de euros de deuda en todo el grupo de empresas. Duró un año en el cargo, se le trasladó a otro puesto, con el sueldo y beneficios consolidados. Política de empresa.


¿Qué es la microgestión?

Se trata de una forma de gestión de equipos caracterizada por un excesivo control sobre el trabajo y una exagerada atención al detalle. Este tipo de gestión, inevitablemente, llevará al equipo a sufrir una serie de consecuencias:


·     Menos eficacia, la capacidad para alcanzar los objetivos marcados disminuye, puesto que se desperdician recursos tan valiosos como el tiempo, dedicado a detalles irrelevantes, lo que se traduce en menos eficiencia, ya que se debe disponer de más recursos para alcanzar los mismos objetivos.

 

¿Realmente es necesario que un gerente autorice la compra de una caja de bolígrafos? Si consideramos el coste hora de un gerente y a ello le sumamos la demora por no poder trabajar al carecer de bolígrafos ¿cuánto nos cuesta realmente esa caja?

 

·    Mal ambiente de trabajo. Quien a estas alturas dude de que un buen ambiente de trabajo aumenta la productividad permanece completamente ajeno a la realidad. El control excesivo de las tareas de los empleados produce estrés, tanto para el propio líder, puesto que sus elevadas expectativas nunca serán satisfechas, como para la propia plantilla, que puede verse sometida a una excesiva presión que acabe provocando desmotivación o patologías como el síndrome de burn out o de estar quemado en el trabajo.


·      Agotamiento del personal. Este tipo de líderes tienden a realizar extensas jornadas de trabajo, algo perfectamente lógico, cuando la necesidad de supervisar hasta el último detalle hace inviable una gestión adecuada del tiempo. El problema se plantea cuando demandan esta misma disponibilidad al resto del equipo, interfiriendo en el tiempo de descanso, imprescindible para un adecuado rendimiento. Suele ir asociado a una cultura presentista, la falta de confianza del líder en su equipo hace imprescindible que “vea” como su equipo “trabaja”, lo que se traduce en una valoración negativa de aquellos empleados que cumplen con el horario que tienen establecido. También conlleva una mayor rotación de personal y una pérdida de talento.

 

·    Disminución de valor del know how de la empresa: Las capacidades y habilidades, en resumen, el saber hacer de la empresa, no pertenece en exclusiva a los líderes. El know how se compone del buen hacer de todos y cada uno de los empleados de la misma y se ve fuertemente afectado cuando se desalienta la toma de decisiones, cuando se desautoriza a los trabajadores o cuando directamente se ignora su opinión, experiencia y su conocimiento. Es el medio más directo para cercenar de raíz cualquier intento de innovación. Recordemos que la innovación se desarrolla en entornos que permiten la experimentación y que, por otra parte, necesita de alta tolerancia al error, ya que se llega a ella después de unas cuantas equivocaciones.


El líder de nuestra historia tenía la costumbre de remitir un correo aprobando la gestión de sus mandos intermedios en el que decía: “Haced lo que dice X”, pero ¿acaso no es restar autoridad a la persona que ha escrito el correo facilitando instrucciones? Un mando intermedio debe disponer de capacidad para no necesitar un refrendo de cada una de sus decisiones, pero eso es algo que choca frontalmente con la necesidad del microgestor de controlar cada aspecto del negocio, porque, simplemente, es incapaz de delegar.

 

·     Ausencia de planificación estratégica. Es posible que, en algún momento, el líder se haya planteado la posibilidad de realizar una planificación anual, pero la gestión diaria y la incapacidad de diferenciar lo urgente de lo importante, acaba convirtiendo su labor en la de un “apagafuegos”, centrándose en el aquí y ahora. Este tipo de liderazgo plantea un problema añadido, si el gestor carece de conocimientos y/o experiencia para resolver un determinado problema y es incapaz de asumir que carece de recursos para ello y puesto que pedir consejo es síntoma de debilidad ¿cómo resolver la situación? En este tipo de ocasiones el líder puede recurrir a la procrastinación, con el íntimo pensamiento de que ignorando el problema igual se resuelve solo o pasa el tiempo suficiente para que un nuevo responsable se ocupe de él.


La microgestión es producto de una tremenda inseguridad personal y se soluciona fundamentalmente con confianza, confianza y confianza. Si no puedes confiar en ti mismo prueba a confiar en los demás. Si eres el líder será porque alguien ha confiado en ti para ejecutar esa labor, haz tú lo mismo.

Pepa Castillejo Poole

Consultor en calidad, medioambiente y seguridad y salud en el trabajo. La formación la hacemos jugando.

 https://www.linkedin.com/in/pepacastillejopoole/

Bienvenidos a nuestra web: http://www.exyge.eu/ 

 

Este artículo corresponde a una serie de colaboraciones que he solicitado a diversos compañeros y profesionales que desarrollan su actividad en distintas áreas de la gestión empresarial y que han accedido (creo y espero que encantados) a redactar para mi blog una serie de artículos exclusivos. El objetivo final es ampliar y compartir nuestro conocimiento.

 Como profesional sé el tiempo que se dedica a crear un buen artículo así que mi sincero agradecimiento y un fuerte abrazo para todos ellos.

 Daniel Blanco


 

  

miércoles, 14 de octubre de 2020

Relación entre las Oportunidades, objetivos y procesos estratégicos (por Adriana Gómez Villoldo)


De forma periódica, habitualmente de forma anual, la Dirección de la empresa debe analizar en qué situación se encuentra analizando su gestión hasta el momento, además de conocer al detalle su contexto tanto interno como externo. Es decir, debe identificar y evaluar sus debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades

Como sabemos, en los días que vivimos, el contexto de la organización cambia constantemente, y por ese motivo la identificación, la evaluación y el análisis deben realizarse constantemente. 

Lo que parece en este mismo momento una buena oportunidad a medio plazo, puede resultar una ruina a largo plazo para la empresa. 

Por ese motivo, es muy importante, que para poder tomar las decisiones estratégicas empresariales, se realice un análisis exhaustivo antes, durante y después, apoyándonos en las herramientas de la calidad más utilizadas.


Pongamos un ejemplo sencillo, la Dirección de la empresa determina que es una buena oportunidad el comercializar su producto en otro país, estudia todas las necesidades y su viabilidad;  asume los costes y los recursos necesarios para realizarlo, con la finalidad que a medio plazo se pueda recuperar la inversión. Se realiza el seguimiento utilizando varias herramientas de gestión, como pueden ser los indicadores de rendimiento claves (KPI’s) hasta que el proceso se ha completado, y finalmente se consigue el objetivo marcado.

Una oportunidad que se hace efectiva se convierte en un objetivo estratégico.

En esta situación hemos logrado que la empresa disponga de otro proceso productivo, que es el de la comercialización de sus productos en otro país. Con ello, se ha logrado el propósito de aumentar el mercado y la producción de la empresa. Podemos decir, que el proceso se ha consolidado en la gestión de la empresa. Pero, ¿qué nos podemos encontrar a continuación?


Si no realizamos el seguimiento, nos podemos encontrar que no detectamos posibles incidencias y/o no conformidades, para poder aplicar acciones correctivas a tiempo, produciéndose grandes pérdidas para la empresa. 

Siguiendo con el ejemplo anterior, la anterior empresa se puede encontrar, entre otras cosas que en el país que está vendiendo sus productos realice un cambio de legislación que penaliza la comercialización de nuestro producto aumentando los aranceles o impuestos. Por lo tanto, el precio de nuestro producto tiene que aumentar para compensar el aumento de costes producidos en el producto. 

Si la empresa no se entera de este cambio de legislación y sigue la rueda, puede ser que se entere cuando ya dé pérdidas y que no las pueda asumir. Si ante el cambio de legislación, hubiera analizado el problema, habría determinado posibles soluciones y por lo tanto, podría haber minimizado o contrarrestado las pérdidas.


Por ese motivo es muy importante, que se considere un proceso más consolidado en la empresa y además se gestione, se mida, se evalúe y se analice como cualquier otro proceso productivo de la empresa mediante indicadores de rendimiento. Además de analizar en detalle su evolución y riesgos periódicamente constatándolo en las actas e informes de gestión de la empresa.

Por lo tanto, concluimos este artículo considerando que el cumplimiento del objetivo para hacer frente a la oportunidad se convierte en un proceso más de la empresa, que habrá que gestionar, medir y analizar.

El trabajo de muchos consultores que nos dedicamos a la gestión empresarial, como mi compañero Daniel Blanco y yo misma, es la de montar a las empresas un sistema de gestión que les permita de una manera sencilla disponer de varias herramientas que permitan identificar, gestionar y controlar cada uno de los procesos de la empresa, así como proporcionarles unas directrices claras de cómo deben analizar los numerosos datos que se pueden tener en la empresa, para que la toma de decisiones estratégicas sean lo más acertadas y controlables posibles.


Adriana Gómez Villoldo

Experta en sistemas de gestión empresarial con más de 16 años de experiencia. Licenciada en ciencias químicas y con tres Másteres de especialización ( Máster en experimentación química, Máster en gestión integrada de la calidad y, finalmente, Técnico Superior en Prevención de riesgos Laborales).

Página web/blog: http://asesordecalidad.blogspot.com/

 


 Este artículo corresponde a una serie de colaboraciones que he solicitado a diversos compañeros y profesionales que desarrollan su actividad en distintas áreas de la gestión empresarial y que han accedido (creo y espero que encantados) a redactar para mi blog una serie de artículos exclusivos. El objetivo final es ampliar y compartir nuestro conocimiento.

 Como profesional sé el tiempo que se dedica a crear un buen artículo así que mi sincero agradecimiento y un fuerte abrazo para todos ellos.

 Daniel Blanco



  


viernes, 9 de octubre de 2020

Control Documental en los Sistemas de Gestión de Calidad

El control y la gestión de los documentos ha sido un apartado relevante de los Sistemas de Gestión de Calidad desde las primeras versiones de la norma 9001.

Los requisitos relativos a este punto, considerado como uno de los procesos de apoyo de los Sistemas de Gestión, han ido evolucionando y simplificando con los años, siendo la informatización de gran parte de la documentación y registros del sistema el gran cambio que se ha producido en los últimos tiempos.

Históricamente la actual “información documentada” se ha dividido en documentos del sistema y registros. Los documentos abarcan todo el conjunto de procedimiento, manuales e instrucciones donde la empresa define sus procesos y metodología del trabajo efectuado por la entidad. 

También se incluye en este punto el conjunto de normativa o legislación emitida por entidades externas a la empresa pero aplicable a su dinámica operacional.

Por su parte los registros representan la “aplicación práctica” del Sistema de Gestión, recogiendo todos aquellos formatos donde se “va dejando” constancia del día a día del trabajo y las tareas de la organización. En esta parte están, por ejemplo, los registros de pedido a proveedores, las encuestas a clientes, registros de no conformidades, los formatos de acción, etc. 


Al igual que en el apartado de documentos también se deben considerar los formatos externos a nuestra entidad que son parte de su sistema tales como albaranes de compras, registros de calibración, etc*.

Nota*. Los más “viejos” del lugar recordarán la famosa distribución entre documentos, registros y “datos” que tantas “alegrías” nos díó a los consultores en las auditorías llevadas a cabo a finales del siglo pasado y principios del presente.

 

Más allá de los requisitos marcados por la versión de 2015 el control documental debe ser apropiado a los recursos y dinámica de trabajo de la organización.


Por un lado la sistemática seguida debe garantizar la identificación inequívoca de cualquiera de los documentos y registros editados así como de sus respectivas ediciones o versiones. Además siempre ha sido recomendable la existencia de un Listado o Registro de documentación en vigor de modo que se garantice la ordenación de los mismos.

Lógicamente el sistema debe garantizar el acceso (y conocimiento*) a la documentación por los cargos a la cual le son de aplicación. Antiguamente este punto se garantizaba por la edición de las copias necesarias del documento en cuestión y su entrega en los “puntos de uso”. 

En la actualidad y gracias a la informatización de los sistemas el acceso se efectúa de un modo informático con la consiguiente rapidez y ahorro de papel.

*Observación. Este aspecto entraría dentro de las políticas de formación y participación de los miembros de la empresa así como de la sistemática de comunicación de cambios existente.

 


Históricamente la “propiedad” de la documentación de los Sistemas de Gestión de Calidad ha correspondido al área de Calidad (Responsable o Dirección), actualmente su gestión se sigue manteniendo (por un tema organizativo) en dicho área pero la propiedad de los documentos ha pasado a cada una de las áreas o procesos de los sistemas que le son de aplicación y cuya participación se “ha incrementado” en la sistemática de generación y revisión de los documentos correspondientes*.

*Nota. En organizaciones de tipo medio se suele mantener la sistemática de tres firmas documentales: la de edición que generalmente corresponde al Responsable de Área o departamento, la de revisión por parte de la Dirección de Calidad y la de aprobación que generalmente se reserva a la propia Dirección de la empresa.

 

Actualmente la edición o revisión de los documentos suele conllevar la realización de reuniones para determinar cómo debe quedar la nueva edición. 

La versión final suele comunicarse por parte del área de Calidad generalmente vía informática.

El apartado de control de las versiones obsoletas o anuladas también se ha simplificado enormemente como consecuencia de la generación de la carpeta “informática” de anulados.

Sin embargo y aunque toda la informatización vivida ha supuesto un “salto adelante” en la Sistema de Gestión de Calidad y su control documental así como una mayor eficiencia en este proceso también ha conllevado a la necesidad de adaptación de las medidas informáticas en relación a la creación y gestión de copias de seguridad así como a la adopción de políticas de protección informática de modo que se eviten pérdidas de información*.

Nota*. Este proceso, a no pocas empresas, ha conllevado “sustos” por pérdidas de información como averías, ataques de virus, etc.

 

Reseñarse que también se han flexibilizado los tiempos de archivo de los documentos manteniéndose en muchos casos los tres años famosos (ampliados a cinco para soporte informático) de archivo y siendo más elevados para la información documentada de carácter legal.

Por último y desde mi punto de vista la redacción de los documentos se ha vuelto menos técnica y más práctica. Los procedimientos e instrucciones se diseñan para que tengan un carácter más formativo de modo que su empleo se “ha flexibilizado” y ampliado. Esto unido a la mayor participación del personal en su generación y a toda la dinámica de informatización vivida ha sido el verdadero cambio en la gestión de la información documentada en los Sistemas de Gestión de Calidad.


En esta ocasión no hay frase final. El artículo va en recuerdo de Baby, toda una "leona" durante 13 años. Un abrazo de todos los que te quieren y a los que tanta alegría has dado. 

  

Autor. José Daniel Blanco 

 

 

lunes, 5 de octubre de 2020

El Re-descubrimiento de la Incertidumbre (por Alfredo Ceballos Ramírez)

La rápida propagación de Covid-19 ha sido un experimento en vivo en todo el mundo que ha demostrado, sin lugar a dudas, que nuestra Nueva Realidad es la de un mundo interconectado lleno de redes de interdependencias que siempre hacen posible los efectos mariposa y la aparición de cisnes negros.

La incertidumbre es la condición distintiva de nuestra realidad


En 1963, Edward N. Lorenz, un pionero de la teoría de la complejidad, anunció la existencia del “efecto mariposa" para describir que, en un sistema complejo, la aparición de un pequeño cambio en uno de sus componentes puede producir efectos inesperados y significativos. El fenómeno Covid-19 es una prueba real de ese efecto. "Un pequeño virus aleteó en Wuhan y un intenso terremoto sacudió el mundo entero."

En 2008 Nassim Taleb anunció el "cisne negro" para explicar que, aunque uno sólo se hayan visto cisnes blancos eso no niega la posibilidad de la aparición de uno negro. El fenómeno Covid-19 es también una prueba de esa posibilidad. "El cisne blanco puro de un mundo ordenado y estable se ha convertido en uno negro lleno de interdependencias, complejidades e incertidumbres."

¡Sí!

Nuestro mundo es incierto, y nuestro futuro es impredecible


Cuando aceptamos la incertidumbre como una bendición y no como un enemigo amenazante, adquirimos el derecho a construir nuestro futuro y tenemos la opción de intentar, experimentar e innovar. Y de aprender de los resultados de esas innovaciones lecciones para identificar nuevas formas de mejorar y avanzar en nuestro continuo proceso de evolución.



La limitación es nuestro temor a actuar frente al riesgo de consecuencias inesperadas, que es una condición es inevitable. Podemos ampliar y profundizar el análisis de las circunstancias que rodean el problema, pero ningún análisis o fórmula puede eliminar la incertidumbre. 

Como señaló Heráclito desde hace muchos siglos, “Lo único seguro es la presencia del cambio. Lo único constante es la presencia del cambio”.

Debemos actuar sin saber qué resultados podrían aparecer. Nuestros valores y creencias son los apoyos finales en los que se apoya nuestra actuación. La inteligencia emocional, más que la racional, es nuestra herramienta definitiva para tomar nuestras decisiones y emprender nuestras acciones. 

Las condiciones de incertidumbre recuperaron para los seres humanos el papel protagónico. Dejan de ser simples recursos para convertirse en actores principalísimos.


Las formas en que todos los países están gestionando esta condición inesperada y compleja es un verdadero ejemplo de la única manera verdaderamente válida de hacer frente a la incertidumbre y las situaciones complejas: intentar alguna acción con la expectativa de obtener unos resultados deseados; medir los resultados reales; aprender de esas mediciones para identificar nuevas actividades que podrían mejorar los resultados y tomar las nuevas acciones para reiniciar el proceso. Seguir ensayando, midiendo y aprendiendo a introducir innovaciones. 

Igual en las empresas para afrontar condiciones inciertas: 

  • -      Definir una intención.
  • -      Elegir aquellas acciones que se consideren como las mejores para satisfacer el propósito.
  • -      Tomar aquellas acciones seleccionadas.
  • -      Medir los resultados y encontrar formas de reinventarse.

  

Un círculo de interdependencias entre Intenciones, Acciones, Resultados y Aprendizaje: un círculo IARA.


Suena nuevo, pero así siempre ha sido. Nos ha llevado siglos dejar la vieja idea del determinismo. Y sólo un par de semanas para que el Covid-19 demuestre que la incertidumbre es inevitable. Esta es una gran lección que debemos aprender del experimento en vivo de la pandemia del corona-virus en todo el mundo.

Bienvenido de nuevo al recién re-descubierto mundo de LA INCERTIDUMBRE.




Alfredo Ceballos Ramirez

MBA Stanford University - DBA Harvard University

 Presidente y Fundador de Iara Consulting Group

www.iaraconsulting.com

alfredo.ceballos@iaraconsulting.com

Autor del libro: "Indicadores del Desempeño Estratégico", ver resumen en:

http://iaraconsulting.com/teoria-iara-2/libro/


Recomendado por @ getAbstract . Ver https://Inkd.in/eHuZzzy

 

 

Este artículo corresponde a una serie de colaboraciones que he solicitado a diversos compañeros y profesionales que desarrollan su actividad en distintas áreas de la gestión empresarial y que han accedido (creo y espero que encantados) a redactar para mi blog una serie de artículos exclusivos. El objetivo final es ampliar y compartir nuestro conocimiento.

 Como profesional sé el tiempo que se dedica a crear un buen artículo así que mi sincero agradecimiento y un fuerte abrazo para todos ellos.

 Daniel Blanco