Se trata de una técnica aplicada por los directivos y líderes de las organizaciones con el objetivo de tomar “el pulso” a sus empleados. Básicamente se trata de dirigir teniendo en cuenta información (problemas, ideas, etc. del personal) de primera mano y recogida de un modo informal.
Resulta
complicado determinar el origen del concepto aunque Mark McCormack y Tom Peters
ayudaron a su difusión. Se considera como base inicial el trabajo efectuado por
los ejecutivos en la década de 1970 de Hewlett-Packard.
La
teoría es tremendamente simple. Con el fin de no aislarse y “diluir” el
contacto con nuestro personal y sus rutinas diarias, los líderes de las
organizaciones deben salir de sus despachos
y realizar paseos por la organización: fábrica, tienda, plantas, oficinas,
salas de café, etc., escuchando a sus empleados y observando en primera línea
todo lo que ocurre*. Se debe tener en cuenta que el fin último es que los
directivos participan de la resolución de los problemas reales de la
organización (la comunicación debe ir en
ambos sentidos, esta es una de las ventajas del MBWA).
Observación*. En muchas ocasiones la técnica de MBWA va acompañada
por una política de gestión de puertas abiertas en la organización mediante la
cual acceder a los despachos de los diferentes líderes y directivos de la
organización es bastante fácil integrándose en las funciones generales del Management. Debe tenerse en cuenta que para muchos la gestión correcta de los recursos humanos junto con la atención a los clientes y el control del flujo de caja constituyen los aspectos principales de cualquier negocio.
Aunque esta técnica tiene mucho de sentido
común todavía hoy, en la segunda década del siglo XXI, se pueden observar
directivos encastillados en sus despachos que filtran su información a través
de su personal de secretariado y que gestionan sus mundos mediante memorandos o
edictos y cuya relación con la organización se sustenta en informes y/o reuniones
que mantienen únicamente con sus siguientes en el escalafón de la organización.
Tom Peters* llamó a MBWA “la tecnología de lo obvio” en su
libro “La pasión por la excelencia” y considera que los líderes que deambulan
deben: escuchar lo que los trabajadores
dicen, aprovechar sus paseos para transmitir
los valores de la empresa y deben estar preparados para apoyar
a su personal sobre el terreno.
Nota*.
Peters y Waterman recogieron que las empresas excelentes creían en el MBWA como
línea de gestión y Drucker determinó la necesidad de integrar a los trabajadores en la generación de iniciativas en "El Gran Poder de las Pequeñas Ideas".
El concepto o la idea práctica de MBWA es
la escucha activa por parte de la Dirección bajo una serie de reuniones
informales y no previstas delimitándose una serie de puntos que deben tenerse
en cuenta para garantizar su efectividad: debe revisarse toda
la organización (a lo largo de las
diferentes “caminatas”), es conveniente realizar estos “paseos” tantas
veces como sea posible, lógicamente debe hacerse por uno mismo (no vale delegar), es muy importante no
cuestionar la cadena de mando de la organización (las reuniones informales no deben convertirse en una crítica a los
encargados o supervisores ni en una amenaza hacia su trabajo) y por
supuesto uno debe estar preparado para preguntar y observar así como recibir
opiniones sorprendentes o con las que, tal vez, no se esté de acuerdo*.
*Observación. Esta técnica de “trabajo” no es
únicamente aplicable a los directivos. Los que trabajamos en consultoría muchas veces cometemos el
mismo pecado al realizar nuestro trabajo únicamente de un modo “administrativo”
sin observar y palpar el modo de realizar los trabajos por parte del personal.
No es la primera vez que ayudamos a generar documentos y protocolos sin tener
en cuenta la verdadera metodología de actuación de las diversas áreas y el
verdadero desarrollo de los procesos
de la organización.
Deberán
considerarse las siguientes premisas en la realización del MBWA:
- Los líderes deberán
identificar y enfocarse en un objetivo para cada paseo (comprobar la marcha
de un nuevo proceso, comprobar la resolución de un problema, percibir el estado
de ánimo del personal, etc.).
- El objetivo del
directivo es escuchar y de recabar información. Se debe preguntar a los trabajadores
sobre sus puntos de vista y opiniones (perder
unos minutos hablando de deporte, la serie de moda o alguna noticia de
actualidad –incluso del tiempo- puede ayudar a relajar el ambiente).
- Debe tenerse mucho
cuidado en las soluciones que se aportan pues las promesas de un líder serán
sagradas para su personal: no se debe nunca comprometer soluciones que luego no
se puedan llevar a la práctica pues estaríamos socavando nuestra credibilidad.
- Una recomendación a
la conclusión del paseo es anotar o registrar lo averiguado delimitando tres
categorías: asuntos prioritarios (requieren
una acción rápida), información de relevancia media (que deberá considerarse en futuras actuaciones) e información de
baja relevancia pero desconocida hasta la fecha.
- Los datos recogidos
deben emplearse para la mejora continua de los procesos y
prácticas de la empresa así como punto de apoyo en las decisiones estratégicas
que se definan (es un punto muy relevante para definir estrategias basadas en los propios recursos y capacidades).
La
ejecución correcta del Management by Walking Arround eleva la confianza de los
trabajadores así como su comprensión de los trabajos que efectúan, por otro
lado mejora y profundiza en los conocimientos de los directivos de su
organización, estructura, procesos y productos y/o servicios*.
Aclaración*. El MBWA puede parecer una técnica de gran sencillez
pero nada más alejado de la realidad, los “recorridos” deben encontrarse
planificados y sus objetivos deben estar claros. Además su realización demanda
de una serie de habilidades tales como la escucha activa, la observación y el
reconocimiento de los detalles. La búsqueda de información de un modo informal
y la apreciación de comentarios con los que no estamos de acuerdo (y en muchas
ocasiones totalmente válidos) existen una “mano izquierda” importante.
El MBWA otorga a los líderes una buena
oportunidad para hacer partícipes a los empleados de la misión, visión y objetivos
de la organización, además se trata de una buena herramienta para generar
confianza. También mejora la “conexión” con los empleados
observando sus recursos y la secuencia real de sus trabajos y aprovechando para
valorar y premiar las buenas conductas y contribuciones de los trabajadores.
“Dirigir
la atención hacia donde se necesita es una de las tareas principales del
liderazgo.”
Daniel Goleman,
psicólogo y conferenciante estadounidense.
Autor.
J. Daniel Blanco