La externalización de algunos servicios
o procesos de las entidades es una sistemática implantada en mayor o menor
medida en muchas empresas.
Desde el área laboral o financiera hasta servicios de
transporte, actividades formativas o incluso ciertos procesos de trabajo se encuentran en muchas
organizaciones en manos de proveedores, lo cual implica la necesidad de su control
correcto por parte de la Dirección, o departamento correspondiente, de la
empresa de modo que se eviten problemas en el desarrollo del trabajo del
subcontratista*.
*Nota. Soy de
la opinión que un buen acuerdo donde se desarrollen los puntos de colaboración
entre la empresa y el proveedor así la definición de las responsabilidades de
ambas partes en la realización del servicio ayuda en gran medida a evitar
errores en el trabajo.
Por otro lado, y considero que como consultor autónomo no
soy del todo objetivo, un resumen de las ventajas de la subcontratación de
servicios podría ser el siguiente:
-
Optimización de costes de la empresa al desarrollar el trabajo un proveedor
preparado y con la infraestructura necesarias para efectuar el trabajo
(generalmente si la empresa quiere desarrollar por sí misma el “área
subcontratada” deberá implementar unos recursos (humanos, materiales, etc.) que
generalmente son más elevados que la tarifa del proveedor.
-
Indirectamente
la empresa se beneficia del mantenimiento al día por parte del
proveedor en las tendencias de su sector, ya que este al dedicarse en exclusiva
a su actividad, lógicamente invierte en estar “a la última”. Esto es bastante
importante en las acciones formativas.
-
Se
gana un “colaborador” importante que, generalmente, está implicado en la buena
marcha de la empresa pues la necesidad de que “a mi cliente le vaya
bien” repercute en el buen trabajo del proveedor.
-
La
entrada de la empresa en nuevas áreas o sectores que
difícilmente podría abarcar por sí sola con sus propios recursos/aptitudes. El
desarrollo de nuevas estrategias tales como la implantación de sistemas de gestión,
informatización de tareas de la empresa o el desarrollo de nuevas líneas de
negocio suelen contar con proveedores preparados para guiar a al empresa en la
buena dirección.
-
Se
produce una focalización de esfuerzos por parte de la organización hacia
los procesos de trabajo que conoce y que son totalmente intrínsecos a la
empresa al dejar en manos de los proveedores las áreas “laterales” del negocio. Este planteamiento es defendido en el modelo del Triángulo Estratégico de Kenichi Ohmae.
-
Principalmente
en consultoría se consigue una opinión más objetiva que la
suministrada por el personal interno de la empresa ya que el trabajo efectuado
por un profesional externo “suele” ser más aséptico que el efectuado por
personal interno.
Lógicamente también existen puntos débiles en la
subcontratación de servicios como pueden ser la “pérdida” del control del área
subcontratada o el terrible pensamiento de algunas empresas de “lo podríamos
hacer nosotros”, sin embargo y tras algunos años de experiencia, soy de la
opinión de que las ventajas expuestas en los seis puntos anteriores junto con
el buen desarrollo del acuerdo de trabajo entre ambas partes, y su revisión
periódica, concede a la empresa que se decide por un buen profesional o
proveedor un valor añadido a su trabajo de carácter inestimable.
Autor. José Daniel Blanco Alonso
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