jueves, 27 de junio de 2019

La Gestión de la Cadena de Suministro (Supply Chain Management)

La Gestión de la Cadena de Suministro I


Aspecto relevante en todas las organizaciones y por tanto vinculado a su estructura como organización así como a su gestión. 

En resumen la llamada cadena de suministro se compone del conjunto de enlaces físicos así como de información entre los proveedores y la empresa por una parte y los clientes y la entidad por otra. 

La vinculación ordenada y controlada de “ambas partes” es un factor imprescindible para desarrollo del trabajo efectuado.



La cadena de suministro tienen dos características principales una es su dinamismo al encontrarnos ante un flujo continuado de información desde proveedores a clientes y su amplitud pues implica varias etapas del flujo de procesos de la entidad incluyendo proveedores y colaboradores. Ambos puntos demandan la necesidad de sincronización de las diversas etapas así como la existencia de cierta agilidad y flexibilidad en la entidad para gestionar todo el trabajo.

La gestión de la cadena de suministro (Supply Chain Management – SCM en inglés) conlleva la planificación de la producción o del desarrollo del servicio a prestar al cliente, la gestión de compras y el manejo de materiales o materias primas necesarias así como el control y programación de las actividades subcontratadas que sean necesarias. También entra de lleno en la gestión de la llamada “logística” incluyendo el transporte y el almacenamiento de los diferentes productos o materias primas o elaboradas.

Debe tenerse en cuenta que en este “triángulo”: los proveedores, la empresa y los clientes cobran especial relevancia dos aspectos relevantes, por un lado la comunicación que es un requisito básico y necesario para que las operaciones se vayan llevando a cabo según lo programado y la tecnología cada vez más importante para optimizar los trabajos llevados a cabo y agilizar los flujos de información.

Desde el punto de vista de los Sistemas de Gestión de Calidad todos los apartados se configuran como procesos del Sistema delimitando los vínculos y conexiones entre todos ellos y marcando el vínculo final entre los requisitos del cliente y nuestras necesidades “proveedores”, delimitando, generalmente, en el centro del diagrama de procesos las actividades correspondientes a la prestación del servicio por parte de la entidad*.

Observación*. Dentro de los aspectos a considerar en la versión de 2015 se encuentra la necesidad de considerar a todas las partes interesadas en nuestra organización lo que ha conllevado a integrar o al menos valorar, en los nuevos Sistemas de Gestión de la Calidad demandas y requerimientos de los llamados “stakeholders”.


Históricamente las empresas han considerado el suministro (proveedores) y la demanda (clientes) como dos apartados diferentes siendo la primera (también llamada cadena de proveedores) la que preocupaba a la Dirección como consecuencia de situaciones de demanda estable donde prevalecía la necesidad de no desabastecer los puntos de venta o desarrollar correctamente el servicio en el cliente.
 
La Gestión de la Cadena de Suministro II
Actualmente este concepto, en líneas generales, ha sido superado considerándose como un flujo y proceso continuo. A ello han ayudado dinámicas como el “just in time” y el trabajo de conversión a nuestros proveedores en socios estratégicos**. También han sido relevantes los cambios en los mercados provocados por competidores y la ausencia estable de demanda lo que ha conllevado, junto con la valoración económica de los productos almacenados (capital inactivo), a la necesidad de optimizar y mejorar continuamente nuestros procesos de trabajo así como abrir “puertas” a su adaptación e innovación.

**Nota. Las organizaciones están desterrando las viejas actuaciones de valorar a sus proveedores únicamente en función del precio, entrando el proceso de reevaluación otros factores que comienzan a considerarse más relevantes.


En líneas generales la cadena de suministro ha considerado tres puntos relevantes:

·       El suministro considerado como la parte correspondiente a la gestión de las materias primas con las que la organización trabaja y donde la calidad del material y los plazos de entrega en los puntos determinados son los factores de mayor peso para la valoración de proveedores.

·    La etapa de fabricación o desarrollo del trabajo (empresas de servicio) que conlleva la fabricación o elaboración del producto a entregar al cliente a partir de actividades de prestación de servicio que “moldean” el conjunto de materias primas necesarias. En este punto el control de errores, la formación del personal y el control de la infraestructura de la organización son los factores relevantes.

·   La distribución por la cual el producto se traslada al cliente mediante el transporte correspondiente con objeto de su entrega en tiempo y forma al cliente. La gestión de rutas y tiempos de entrega, así como el correcto mantenimiento de los vehículos se sitúan como aspectos más relevantes. Con los años y especialmente las empresas de fabricación tienen en la mayor parte de las ocasiones subcontratado esta parte de la cadena de suministro.


La Gestión de la Cadena de Suministro III
La diferente “amplitud” de estos tres apartados confieren un marco distinto dependiendo el trabajo desarrollado por la organización. De este modo tenemos las empresas industriales donde las tres etapas quedan claramente definidas y siendo la logística un aspecto relevante a considerar (reseñar que este tipo de organizaciones fueron el punto de partida -la industria del automóvil- de la gestión de la cadena de suministro), las empresas de servicio donde el desarrollo del trabajo y la distribución se solapan y el llamado factor humano cobra una especial relevancia y por último las llamadas empresas comercializadoras donde se mantiene como punto relevante el control de la logística como aspecto diferenciador (“engarce” entre los pedidos de clientes y nuestras solicitudes a proveedores) y “desaparece” el punto de fabricación. En el mercado las empresas de servicio se convierten en colaboradores de empresas industriales y comercializadoras (externalización) y éstas a su vez suelen ser proveedores o distribuidores de las empresas industriales.

Los enlaces de la cadena de suministro presentan muchas similitudes con la cadena de valor de Porter por lo que la optimización de su gestión conlleva una reducción de su coste. En muchos aspectos y como conclusión lógica la subcontratación de ciertos procesos suele ser el último paso para garantizar la eficiencia del proceso pues actividades como el transporte, ciertos tipos especiales de trabajo, labores de asesoría o consultoría se ponen en manos de colaboradores especializados (siendo la opción efectuar estas funciones internamente en la empresa en la mayoría de los casos antieconómica e ineficiente)***.

***Nota. Debemos tener en cuenta que la subcontratación de un proceso permite también a la organización acceder al “saber hacer” o conocimiento del proveedor lo que también es fuente de ventaja competitiva.


Un punto a tener en cuenta es la diferencia entre la cadena de suministro y la logística, esta última conlleva el planteamiento y seguimiento del conjunto de actividades que están relacionadas con el suministro, fabricación y distribución de productos y servicios de una organización siendo una parte de la Cadena de Suministro. La logística depende del conjunto de medio (infraestructura y recursos) y procesos con los que cuenta una entidad de modo que se puedan cubrir las necesidades de los clientes del modo más óptimo: la eficiencia del transporte y almacenamiento y la gestión de la preparación de pedidos son puntos relevantes que considera la logística.

La correcta gestión de la cadena de suministro forma parte del management y  la estrategia de cualquier entidad. La necesidad de entregar productos y servicios correctamente y en los plazos acordados con los clientes, el trabajo en la optimización de los tiempos de trabajo y distribución, la minorización de mermas o pérdidas (incluyendo tiempos de trabajo) a lo largo del todo el proceso, la correcta gestión de almacenes así como la coordinación de la comunicación e información entre proveedores, empresa y clientes se sitúa siempre como su objetivo final y dentro de la consecución de la excelencia empresarial.

El descenso de errores y pérdidas en los procesos conllevan a la elevación de rentabilidad del negocio y la disminución de fallos o demoras en las entregas o en los servicios prestados elevan la fidelización de clientes entrando en el círculo de la Mejora Continua y a un mayor y mejor control de todos los procesos de la organización.

“La tarea de la empresa consiste en examinar sus costos y desempeños en cada una de las actividades que crean valor, y buscar formas de mejorarlas- Philip Kotler”.